sábado, 19 de octubre de 2024

Triple H de garrafón


 

Nada me ha impedido indagar en el extraño ínterin televisivo de la mítica productora Hammer, descubriendo otra miniserie de episodios autoconclusivos allá por 1984. Desgraiadamente, los trece episodios de HAMMER HOUSE OF MYSTERY AND SUSPENSE, pese a su lujoso envoltorio de pequeños telefilms de casi hora y media, no va más allá de un endeble pastiche de la serie original, más comprometida con los cánones que hicieron de la Hammer puntera en el cine de culto. Extraño, porque la nómina de directores estaba compuesta por nombres insignes de la productora, además de contar con actores y actrices de renombre. El problema está en unos guionistas que se dedican a sestear, mientras acribillan clásicos de todas las épocas, apenas barnizando las sospechas con los consabidos aliños de la época, confiando en ofrecer un producto ultramoderno, pero que el tiempo ha revelado como prematuramente antiguo. Hay algún episodio notable, como el penúltimo, en el que una familia se despierta descubriendo que toda su casa está rodeada de un extraño e impenetrable material, lo que me recordó algún cuento de Matheson y un film francés muy reciente que se presentó en Sitges. Es la excepción, y entre los caganchos tenemos a un estupefacto Dirk Benedict, que intenta en vano demostrar que podía ser un actor solvente más allá del "Equipo A", o un último capítulo que mezclaba tenis y pilotos de combate... A ver, si son nostálgicos y coleccionistas, existe una edición en DVD, un poco cara, pero con buena calidad; el resto, absténgase...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!