martes, 22 de octubre de 2024

Descenso y filtración de una pobre diabla


 

Acabó Sitges, reseñemos Sitges, empecemos este año por lo gordo, nada nos lo impide. La ganadora ha sido DES TEUFELS BAD, del ya consolidado tándem Franz/Fiala, y que nos sirve para considerar este certamen como el reverso inquietante del pasado; en absoluto por este film, que pasa de puntillas por una especie de folk horror que en realidad sirve como excusa para apuntalar un tristísimo acotamiento a una mente incapaz de soportar su propia deriva existencial. Esto hoy día tiene psicoanalistas, pastillas de esas y terapias chorras, pero en mil setecientos y pico, en un entorno rural y apartado, era otra cosa más soterrada y pendiente de las veleidades de la resignación y el arrepentimiento como único asidero para un día a día toscamente inamovible. No esperen encontrar aquí un film de terror al uso, aunque su premisa es terrible, y mira directamente a esa angustia existencial que destilaba Bergman desde, por ejemplo, LOS COMULGANTES, que sí me parece la influencia más directa para descifrar este desesperanzado estudio sobre la depresión, la incomprensión y la incapacidad que los entornos cerrados ofrecen para un mínimo desarrollo sensorial, a menos que se acepten los sacrificios diarios como parte de la vida misma. 
No me parece una grandísima película, y su tono puede dejar frío a espectadores con pocas expectativas intelectuales, pero sí creo que es un camino acertado para unos cineastas que se resisten a ser encasillados en un género.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!