viernes, 18 de octubre de 2024

Los diálogos hormonales


 

Para evitar toda la mierda de los discursos únicos, toda vez ya has colonizado con tu propaganda cualquier espacio recreativo-artístico, no es mala idea hacer todo lo posible para salir de los corchetes de la corrección, los tubulares pasillos de la cuota autoimpuesta. THE WASP "va de lista" en lugar de ser inteligente. Un escenario único que ni siquiera lo es; una premisa descabellada que deja expedito el camino para el anhelado supergiro; un tour de force entre dos buenas actrices, que queda en un Estudio 1 un pelín mejor planteado, pero que se abandona en sus propias y acartonadas ambiciones. Ni thriller psicológico, ni terror cotidiano, y ni mucho menos un artefacto implosivo y autoconsciente de sus detonaciones controladas. Ni más ni menos que un telefilm que propone gratuitamente demasiados nudos, sólo para que veamos la incapacidad del director y el guionista (ambos dos) para deshacerlos. Un batiburrillo que mezcla fantasmas del pasado, traumas inmanentes y simbolismos de primero de simbología. Natalie Dormer y Naomie Harris hubiesen merecido un producto a la altura de sus interpretaciones, que llegan a sobreponerse al disloque general, pero no son suficientes para aprobar una película destinada a navegar hacia el ostracismo.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!