viernes, 14 de agosto de 2020

Visto lo visto



Si cogen ustedes una mijita de Disney Channel, otra de Jeremy Saulnier, le agregan algo de Stranger Things, y lo pasan por el rebozado de Haneke, a lo mejor les sale un artefacto excéntrico pero divertido, indigesto pero agradecido en su riesgo formal. Caradura, lo llamo yo. BECKY es una película que no es infecta porque tiene golpes de humor bestia, más cerca de Troma que de todo lo antes mencionado, pero su inmodestia la convierte en un experimento fallido. Millott y Murnion, en su tercera película (si se atreven vean las otras dos), dan la razón a cualquier puritano de nuevo cuño, esos que se indignan y se ofenden porque un chaval vea una película más compleja de lo que su edad le "permite ver". Es como el que sale a buscar trabajo con 20 años: no lo encontrará porque no tiene experiencia, y viceversa. La película evita cualquier conflicto moral y se sumerge en una especie de SOLO EN CASA gore, pero con un ritmo tan atropellado que deja a Hughes como si fuera Hawks...
Anyway. Si no les importa ver cómo una adolescente malhumorada se enfrenta, ella solita, a un grupo de sanguinarios convictos nazis, puede que le encuentren la gracia, pero yo no se la vi por ningún lado... Bueno, hay una escena con unas tijeritas...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!