sábado, 15 de agosto de 2020

Una vida en quinta



A BLAST fue una película griega que obtuvo cierta repercusión en el festival de Locarno'14, un poco a rebufo de la excelente salud del cine heleno por entonces, aunque fuese a costa de relatar las miserias de una sociedad que poco a poco iba a pique. Es el tema recurrente en dicha cinematografía, y no por casualidad, ahora bien, lo que parecería una fuente ideal de recursos narrativos también puede volverse en contra si no se domina el tiempo, los tiempos, y lo que se pretende un drama social de alta intensidad puede tornarse una comedia involuntaria, o peor, un experimento de montaje. Eso parece este film, capaz de eternizarse en apenas 80 minutos, porque hasta sus últimos quince es complicado reparar la intención de fragmentar la historia en segmentos temporales. Tzoumerkas, de notable recorrido documental, integra demasiadas cosas en poco espacio, y el resultado es un batiburrillo en el que los personajes pasan de una euforia desmedida a una fúnebre quietud, de la amoralidad hedonista a la denuncia social. O aún más insólito, de una fe telúrica a un cinismo de saloncito de té. No sé, se puede ver porque su protagonista femenina logra resultar medianamente creíble, pero se echan en falta algunas líneas más de guion, y mejor integradas, por supuesto.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
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