viernes, 28 de agosto de 2020

8M



Ese es el encabezamiento, más que nada por ver si dejan de dar por saco con lo que no es más que el enésimo ejemplo de desprecio machista de esta sociedad; no he escuchado nada más zafio y repugnante que culpar de una pandemia mundial a una manifestación feminista... En fin. El caso es que al fin me he decidido a ver la primera temporada de THE HANDMAID'S TALE (veremos si el entusiasmo me llega para las dos siguientes), y la experiencia ha sido estimulante y clarificadora a partes iguales. Sin haber leído la obra de Margaret Atwood, ésta se adelanta varias décadas (es de 1985) a la visibilización feminista como denuncia, pasando del objeto pasivo a la carga activa, y su denuncia, me parece, es en absoluto distópica, sino que señala muy claramente a la estructura social en la que vivimos cotidianamente. Es, efectivamente, una fábula expresionista y de marcado carácter orwelliano, pero no nos avisa tanto como nos interpela, especialmente a los hombres. Además, su mensaje no debe leerse "tan sólo" en clave feminista, porque abarca de manera brillante la inmigración y el racismo, aunándolos como una suerte de pecados universales, a los que se abandona una sociedad enferma (blanca y heteropatriarcal), tanto que hasta es incapaz de reproducir a su propia especie enferma. Se trata de una serie brillante en lo formal, con magníficas interpretaciones (de Moss huelga decir nada) y con ese potentísimo mensaje de fondo, que da la palabra con elocuencia a quienes habitualmente no la tienen.
Mientras tanto, la culpa seguirá siendo de las mujeres...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!