martes, 18 de agosto de 2020

Pulso trémulo



EARTHQUAKE BIRD es el ejemplo perfecto de cómo no debe adaptarse una novela, y la cosa empeora si es una novela flojita ya de por sí. Wash Westmoreland, que desde principios del presente siglo había firmado un aceptable puñado de títulos junto a Richard Glatzer, y que en 2018 dirigió en solitario la correcta COLLETTE, se pierde en esta anodina historia de (tenues) tintes rossellinianos, que luego va mutando en un film de suspense, un poco al estilo de Adrian Lyne. Lo peor de todo ni siquiera es la monolítica interpretación de Alicia Vikander o de Naoki Kobayashi (la de Riley Keough es directamente ridícula), mientras se nos hace creer que asistimos a un complejo retrato psicológico, el de una traductora que vive en Japón a finales de los años ochenta. Lo digo porque lo mismo daba Hungría en los 90 o Tomelloso el año pasado...
Aburrida es poco.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!