miércoles, 22 de julio de 2020

Inadaptados inadaptables



Ha muerto Juan Marsé, en mi opinión uno de los diez mejores escritores en lengua española de todos los tiempos. Palabras mayores. Y Marsé ha sido llevado al cine, mucho, lo que sólo ha servido para constatar que nadie ha sabido trasladarlo, atinar con el pulso de su prosa, siempre elevada, siempre a ras de suelo. ÚLTIMAS TARDES CON TERESA, además de parecerme su mejor novela, puede que sea la mejor adaptación de Marsé al cine, y eso que es una película medianita, alejadísima del intrincado mundo sentimental de esa Barcelona inadmitida, desapercibida para el turista conceptual. Apenas rozando la epidermis, el irregular Gonzalo Herralde se aprovecha, sin embargo, de las aportaciones de Ramón de España y el propio Marsé, inoculando ambos una ambientación que es lo poco salvable del film, pero que no parece entender la brutísima psicología del "Pijoaparte", desaparecido dios sabe por qué, para dar paso al otro, a Manolo Reyes, dejándose ahí el vértebro de la novela, la insalvable diferencia de clases y el roto desprecio del chulo, el ladrón de motos, el braguetero sin aficiones, más allá de medrar por un merecimiento que sólo él sabe cuál es. La novela es voraz, inmisericorde, trasladable a cualquier época, aunque difícilmente a otro lugar; el film, corto de miras, funciona como catálogo de enamoraditas, pero, más que pinceladas, aporta brochazos.
Marsé era de letras, visuales pero letras. Le echaremos tanto de menos...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!