martes, 29 de octubre de 2019

La clase de Lubitsch #38



Y, cómo no, TO BE OR NOT TO BE, uno de los títulos fundamentales para entender el cine de Lubitsch, lo retorcido de su discurso y la elegancia de sus formas incluso abordando lo más zafio. Y es que parece casi imposible imaginar una comedia surgida en la ocupación nazi de Polonia, y mucho menos hilarlo con un asunto de cuernos en una compañía teatral. Sin embargo, la sutileza de Lubitsch es tal que se permite el lujo de desbordar el discurso típico de la screwball comedy sin perder de vista la cruenta situación de una sociedad que, de improviso, se ve aplastada por el ejército invasor. Así, lo que Lubitsch consigue es una anomalía, casi una película sin género, o de muchos géneros; en palabras de Roland Barthes "una zambullida en la realidad desde lo irreal". Sin tiempo para asimilar qué estamos viendo exactamente, la vanidad de un actorcillo, que se cree más importante de lo que es, supone la excusa perfecta para suplantar al mismísimo Führer. Y al mismo tiempo, la infidelidad manifiesta de su esposa (no se pueden contar más sentimientos encontrados con una escena tan simple) hace replantearse al protagonista su propia condición de segundón.
La música de Heymann es inolvidable, y los actores (qué maravillosa era Carole Lombard) parecen imbuidos de una especie de halo mágico, que hace que quieras volver a verla tras una escena final deliciosa, que vuelve a cerrar el círculo y resignifica a una de las mejores ¿comedias? de todos los tiempos.
Obra maestra.
Saludos.

1 comentario:

ricard dijo...

Coincido: obra maestra.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!