domingo, 2 de junio de 2019

Rincón del freak #358: Adelantando al hombre biónico... pero por la derecha



Venga, que ya que estamos enfrascados con lo de los superhéroes y todo eso, no podía dejar pasar la oportunidad de visitar las catacumbas del género, y más concretamente esas que provienen del lejano oriente, un lugar que nunca ha dudado en apropiarse de cualquier cosa y pasárselo por el forro. Esta película de hoy la recordaba de los cines de verano, con doblaje chusquero y los mamporros sonando en eco-dolby de toda la vida. Aquí creo que se tituló INFRAMAN, aunque ahora me entero de que tuvo alguno que otro más, y llegaba de Hong Kong, de la mano de la inefable productora de los Shaw Brothers, a la que animo desde aquí a indagar en su abundante e inenarrable filmografía. Y, bueno, INFRAMAN es una especie de hombre biónico chapucero, al que le han implantado fusibles, porque es 1975 y los microchips aún estaban por llegar definitivamente; una especie de justiciero con mono de vinilo y casco de motorista, pero aspecto más bien insectoide y cuyos superpoderes procedo a enumerar: volteretas y cabriolas varias, aunque el adversario esté a veinte metros; una patada voladora impulsada al revés de como lo harían las leyes de la física; unos rayos pintados con Carioca, de diferentes formas y colores; y por último, aunque no menos importante, una escena rigurosamente repetida hasta la saciedad, en la que nuestro amigo vuela en posición rígida y estiradísima. Y enfrente los malos, hechos de goma, con caretas semejando esqueletos e insectos, y moviendo los brazos en constante desespero, también por razones que se me escapan. La jefa, atención, es una bruja alienígena con aspecto de valkiria china y rubia por añadidura... ¿Qué puede fallar aparte de todo?...
Ah, pero cómo olía aquel adobo en las noches de verano... Eso nunca lo podrán igualar Marvel y DC.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!