miércoles, 9 de diciembre de 2015

Ratas en el andén



Hubo otro CREEP, en 2004, debut de Christopher Smith, autor asimismo de BLACK DEATH, aquella interesante película fantástico-medieval que lamentablemente se quedaba a mitad de todos los caminos. Y algo parecido ocurre en este atmosférico cuento de terror en el suburbano londinense, porque tras un arranque más que interesante (basado fundamentalmente en la matizada interpretación de la alemana Franka Potente) la película cae en una pevisibilidad no del todo desdeñable, porque Smith sabe cómo recrear ambientes malsanos y terroríficos con muy pocos elementos, pero en un momento dado todo lo bueno queda atrás y el film prescinde de la intriga y apenas pasa de una entretenida cinta de persecuciones. Bueno, la criatura que acecha a diversos personajes que quedan atrapados por la noche en el metro tiene sus cosas, no es sólo un bicharraco con ansias de matarife, y Smith parecía tener toda una historia preparada para lanzárnosla al rostro cuando menos lo esperáramos, pero ya digo, se queda a mitad de camino, porque ni tira por el giro psicológico ni por el gore más mastuerzo, y muchos de los recursos yo ya los había visto en películas anteriores. Aun así, teniendo en cuenta la juventud de Smith es un film que se deja ver, a ratos, pero menos da Amenábar señores...
Saludos.

2 comentarios:

Jimmy FDZ dijo...

Esta no me gustó nada y casi me morí, la vi básicamente por cierta fe ciega a Smith, que pensaba era algo superior dentro del "terror" (y sus variaciones). Parece ser un factor común el que se quede a medias, en "Triangle" le pasa lo mismo, aunque esa es algo más loca y entretenida (y tramposa), y nunca pude ver "Severance", que lucía más desenfadada y graciosa. Creo que Smith ha ido perdiendo peso y ya no se sabe mucho de él.
Saludos.

dvd dijo...

Ha hecho algo en televisión. No sé, parece que se maneja mejor en la creación de atmósferas, sin mostrar demasiado...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!