miércoles, 10 de septiembre de 2014

¡Ave, César! #2



El segundo título relevante del que tengo constancia respecto a la figura de Julio César data de 1950 (si obviamos alguna adaptación netamente teatral para televisión), y se trata de una modesta producción a cargo de la Avon Productions (nunca mejor nomenclada). Tan modesta es que, imaginen el Polonio, tanto la música como la fotografía corren a cargo del mismo señor (Chuck Zornig), aunque ambas dos no destaquen por su notoriedad precisamente. Este Julius Caesar fue guionizado, dirigido y hasta interpretado (Bruto, en sí) por David Bradley; puede que en un arrebato wellesiano o en un inminente acopio de víveres, porque a falta de pan... Pero acabando, y obviando a un ignoto Harold Tasker como el "Cayo", dos nombres apenas si despuntan en esta momificada sucesión de giros de cuello y declamaciones de letargia incomprensiblemente abusiva. Uno ni siquiera aparece un par de segundos (yes, i am), pero incluso esos ínfimos fogonazos pueden ponernos ante aquel frustrado hiperproyecto de estrella que fue Jeffrey Hunter en el que es considerado su primer papel en el cine. Aunque mención aparte merece un joven Charlton Heston en el papel de Marco Antonio, que repetiría con mejor fortuna nada menos que veinte años después. Heston asume ya por entonces su relevancia y presencia y es capaz de sobrevivir a algunos diálogos caracolescos y una entrada en escena levemente... turbadora (ver foto). Mirando y tesoneando, me topo con bastantes admiradores de esta obrilla sin mucho hecho. No sé... miren, lean "Rubicón", de Tom Holland...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!