sábado, 27 de septiembre de 2014

... los que van a morir, te saludan...



Excepto la anécdota del título, no hay mucha más concatenación entre THE IDES OF MARCH y el monográfico que ayer clausurábamos... ¿O sí? Esperaba poder hilar un par de anagramas con la suficiente consistencia y deseo como para engalanar esta enésima aproximación a las trastiendas de la política. La película en sí, como ejemplo lustroso de eficacia yanqui y solvencia de madurez está bien, lo dono al Estado Mayor. Pero no es un gran film, porque cae en la misma trampa que su jolgórico guion pretende hacernos pasar por "Clooney Corazón de León vs. The Starship Republican (Súper)Troopers"... No. No. No. Un director de cine no puede ser el director del Times, por la sencilla razón de que nadie va al cine a leer periódicos (ahora, lo que me descorazona es que se vendan DVD's en los kioscos, claro. Clooney es metódico, paciente y maravillosamente ingenuo; su discurso pertenece al que ya entonó (con mejores resultados) Frank Capra, solo que muchos años y bilis tragada después. El gran problema para que nos emocione una insignificante (sí, amigos, la política es insignificante si las personas se comportan como escalopendras) trama sobre unas primarias en Ohio es que acabe tomándose demasiado en serio y se olvide de algunos seres humanos que pasaban por allí... ¡Vaya, como los políticos en la vida real! Pero no me olvido del excepcional trabajo de Ryan Gosling, Philip Seymour Hoffman (sobre todo ellos), Paul Giamatti o el propio Clooney, explotando una vertiente siniestroide que no le va del todo mal. Lo mejor, huelga decirlo, son los actores, y ellos solitos se meriendan un guion que hace aguas, que pasa de lo extático a lo telefílmico con preocupante celeridad, y que, insisto, parece querer frenar en seco (no sé por qué) la tremenda aceleración que el film logra obtener en su primer cuarto.
Acerca de si me atrevería a identificar cada personaje con cierto drama shakespeareano... no sé. Hay mucha intriga, mucha jodienda y mucha camisa celeste, pero poco espacio esopiano.
Saludos.

2 comentarios:

David dijo...

Mmmm... ya casi no la recuerdo (cosa que no es buena señal), pero de Capra nada, que al final todos acababan siendo una panda de cabrones que se vendían (caso del Ryan) sin dudarlo mucho.
De Marisa Tomei sí me acuerdo (buena actriz y que a más edad, más atractiva).

dvd dijo...

Tienes toda la razón. Las diferencias entre aquel idealismo y estos desengaños son varias. La ausencia de la figura del "héroe", aunque sea involuntario; así como la ausencia del "malo" antonomásico, porque todos parecen tener una buena razón para hacer lo que hacen. Una cosa que me gusta de esta peli es el claroscuro, la dificultad para empatizar con nadie, porque todos tienen algo que ocultar.
La Tomei siempre estuvo muy rica, aunque aquí sale con unas gafas un poco raras...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!