viernes, 14 de marzo de 2014

Más sabe el diablo...



Hay un dilema consustancial en el fondo del guion de PHILOMENA, el último film de Stephen Frears, comenzando (y puede que también terminando) por su antipático "basado en hechos reales". Es complejo de desentrañar, pero lo que le resta fuerza y empaque, por otro lado la ha llevado, contra todo pronóstico, hasta la misma antesala del oscar a mejor película. Y quién lo diría viendo que es un relato que ya hemos visto muchas veces en telefilmes de medio pelo y menos en películas de calidad; por supuesto que Frears sabe lo que hace, por supuesto que bajo su aparente "convencionalidad" late el fuego de la crítica tranquila pero segura de quien lo sabe casi todo por los años que lleva en el oficio. Pero insisto, el tándem Coogan/Dench es perfecto para Hollywood, lo que lleva a PHILOMENA a instaurar una cierta anomalía en las buddy movies, dada su chirriante pareja. Es hilar demasiado fino por mi parte, y reconozco que se trata de un buen film, contado con brío y con los ingredientes que a mí me gustan (un guion sin agujeros negros, interpretaciones solventes y el siempre bienvenido sentido del humor). Pero una de dos (y esto es muy subjetivo): o deberían haber prescindido de Judi Dench, cuya densidad... un poco a lo Anthony Hopkins, no admite chascarrillos de stand up comedy para treintañeros desocupados; o por el contrario, dejar fuera a steve Coogan y su humor, sofisticado pero predecible cuando se trata de hilvanar una historia y no un sketch. Claro que esto habría modificado completamente el film, al ser Coogan corresponsable de adaptar el libro del periodista Martin Sixsmith, al que él mismo da vida.
Muy buena película para gente que quiera pasar hora y media sin sentirse estafada, que no es poco.
Saludos.

1 comentario:

Mister Lombreeze dijo...

Un buen puñado de buenos oficios juntos y eso, como dices, no es poco.
Y el interés del doloroso drama de esta señora para mí es incuestionable.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!