miércoles, 10 de abril de 2013

Por amor a un género



Por amor a un género, un director puede intentar cualquier cosa, incluso poner en serio ridículo una carrera más que respetable. Le pudo pasar a Lawrence Kasdan cuando se empecinó en poner en pie SILVERADO, un western absolutamente lúdico que, sin embargo, en ningún momento reniega de las constantes usadas por los grandes maestros en sus grandes obras. Pero SILVERADO, cuidado, no es ninguna obra maestra; es mejor aún: la demostración viva, palpitante, de que todo lo pasado puede llevarse a cabo en el presente si se respeta el espíritu escondido de lo que se pretende representar, en lugar de usar diferentes materiales para terminar contando lo mismo de siempre. SILVERADO es lo mismo de siempre, pero sus imágenes límpidas, sus personajes de un solo tajo y sus tramas que no puedan resolverse con un poco de buena voluntad, rezuma ese aroma del cine comercial de qualité del que, desde finales de los setenta, el propio Kasdan fue muy responsable junto a luminarias como George Lucas o Steven Spielberg. Este film vendría a ser la respuesta en clave de western a STAR WARS o la saga de INDIANA JONES; pero un western siempre será un western, y aunque sobrevuela la tentación de cambiar el whisky por leche, o a las putas por camareras que sirven hamburguesas, esto no es EL EQUIPO A, aquí muere gente, hay malvados de los que dan mal rollo y pistoleros con sangre fría. Y luego está el reparto, otro tanto para Kasdan, porque el tándem Scott Glenn/Kevin Kline funciona estupendamente; los dos se reparten el protagonismo de un film siempre al borde de la dispersión, pero que Mr. Kasdan resuelve con su experiencia como guionista. Completan eficazmente un incipiente Kevin Costner (que supongo que tomaría buena nota de cómo rodar un western), Danny Glover, Brian Dennehy haciendo de malo absolutamente ambiguo, Jeff Goldblum, John Cleese sin desentonar en absoluto con su papel y Linda Hunt apenas poniendo un mínimo de feminidad (que ya es decir) en un reparto eminentemente masculino. Mención aparte para la inolvidable y excepcional partitura de Bruce Broughton, con un irresistible aire a lo Alfred Newman... Merece la pena echarle un vistazo, porque su sentido de la fiesta se ha echado mucho de menos desde entonces.
Saludos plateados.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que sí, rastrea algo de En busca del arca perdida y desde luego fue un intenso intento (lúdico, pero sin tintalux) de lo típico y tópico de una del Oeste(mención a la BS que responde fielmente al género sin prejuicios, al reparto y al guión, que para no sucumbir al vaso de leche, se dejan respetar con el café), aunque todos los méritos se los llevara luego Sin perdón.

Que sí, que no desentona en tu selección. Saludos.

dvd dijo...

Yo creo firmemente que SIN PERDÓN es una obra maestra y SILVERADO, aun con todo el esfuerzo y la dedicación mostrados por Kasdan y su equipo, es un buen film de aventuras, correctamente facturado y sin miedo de citar explícitamente sus fuentes. Es muy entretenida y para toda la familia, muy "eighties"...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!