viernes, 27 de abril de 2012

Ozu en Viernes #3



Aún con un ojo claramente apuntando hacia el cine hollywoodense, la séptima película rodada por Ozu en 1930 abordaba un dilema moral cuanto menos curioso. HOGARAKA NI AYUME (CAMINAD CON OPTIMISMO) presentaba el cambio radical experimentado por un gangster que, tocado por los azares del amor, decide redimir su errática vida, aunque su amada, enterada de sus andanzas delictivas, le niegue sus favores ante la perspectiva de un desengaño. Sin que el exceso de psicología le arruine una estupenda y muy entretenida historia, debida a su colega Hiroshi Shimizu, Ozu se preocupa menos de indagar sobre los motivos de la redención que de cimentar una suerte de "Chicago japonés", que cuanto menos resulta curioso. La banda del gangster, su escondite habitual (con insólitas inscripciones poéticas en sus paredes), la vida a todo lujo, dejan paso a una vida de austeridad, con trabajos mediocres pero honrados, y la insistencia de los antiguos compinches para que quien era su jefe abandone lo que creen una locura temporal y se les vuelva a unir ante la perspectiva de un nuevo golpe. Es posible que de haber sido rodada en América, WALK CHEERFULLY (su título en inglés) se hubiera decidido por la vertiente trágica, mucho más occidental, en cambio, a Ozu le motiva más la deriva moral de resistencia ante las tentaciones de una vida que se quiere dejar atrás, donde, finalmente, el amor y la verdad han de triunfar, aunque le cueste (todo tiene un precio) la libertad temporalmente. Insisto en que lo mejor de la amplia producción de Yasujiro Ozu aún estaba por llegar, pero es fundamental empaparse de su prolífica etapa muda para entender sus complejos mecanismos narrativos. Y la semana que viene, más.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!