viernes, 20 de mayo de 2011

Si se te cae la pastilla de jabón...



Anda que no tenía yo ganas de hincarle el diente (véase foto) a FIGHT CLUB, probablemente la película más sobrevalorada de la historia general y de la personal de un director cada vez más sobredimensionado, cual Ridley Scott relevado, superado y enterrado; y sin embargo... Sin embargo, a Scott le vemos venir, es de la familia, pero FIGHT CLUB es un engañabobos, una detonación controlada en lata con algunas ínfulas antisistema ¿? nihilistas ¿? o anarquistas ¿? Lo que, a poco que uno haya revisado someramente filmografías como las de Jean Marie Straub/Danielle Huillet, Chris Marker, Philippe Garrel o, por supuesto, Godard (curioso. Todos franceses, por algo será), finalmente resulta poco más que un juego, un efecto audiovisual que quizá tenga sus propias intenciones, no lo dudo, pero que me parece evidente que se enclava en el ahogo propio de los trabajos que provienen directamente del corazón de la industria; ojo, que dios (o quien sea) me libre de abominar de la industria, que tantas obras capitales ha producido para el disfrute cinéfilo, el problema aquí no es de fondo sino de forma, porque Fincher, alucinado por los modos de pseudogurú de la prosa de Palahniuk, es incapaz de "crear" una forma, sino que se sirve de no ya lo ya existente, sino, aún peor, lo imperante en ese preciso momento. Para mitigar su asfixia intelectual, el supuesto relato decadente necesita de localizaciones lúgubres, lugares casi inhabitables donde unos sorprendentemente musculosos personajes efectúan los pertinentes pasos de ballet teledirigidos (la industria otra vez), mientras la fémina de rigor observa con mirada lánguida cómo los caballeros se despiezan en pos de la nada... ¿la nada? Teniendo en cuenta que ni siquiera Samuel Beckett logró filmar la nada, que su genio literario se rindió finalmente ante la necesidad humana de rellenar siempre el vacío, que una mera teen movie protagonizada por Brad Pitt pretenda atribuirse algún mérito en tanto que ¿canto generacional insatisfecho? ¿vahído desganado contracultural? ¿o quizá incapacidad crónica para el ensalmo intelectual?, es algo que ya, a estas alturas y con lo que está lloviendo ahí fuera, me produce algo muy parecido a la risilla de compadreo.
Me hubiese gustado hablar de la película como película, pero es algo que haré únicamente cuando su enfervorizada legión de seguidores deje a un lado la militancia y entone cierto discurso crítico. Bueno, y cuando vean alguna película de Straub y Huillet, claro...
Saludos sin jabón.

12 comentarios:

David dijo...

Eeeh...Pero Brad Pitt sale muy guapo (ja,ja)... Aunque yo prefiero la versión original, la que hizo Bergman (que no era francés), porque Bibi me parece más guapa que Brad.
Ah! Si el comentario te parece críptico: aquí
¿Por qué siempre me da por hacer el tonto cada vez que hablo de esta peli (ja,ja)?

Luis Cifer dijo...

No estoy en absoluto de acuerdo, es la grandeza de poder opinar y compartir puntos de vista. Para mí está película encierra un mensaje bastante subversivo y antisistema. A parte de tener un ritmo endiablado y una gran dirección de Fincher. No creo que sea una teen movie.

Möbius el Crononauta dijo...

No la he visto, y no sé si acabo de entender algo xD pero normalmente cierto es que ésta la ponen muy bien... así que es curiosover algo distinto para variar.

saludos

MrMierdas dijo...

Me quedo con trozos de la peli, pero algunos momentos me parece ridícula, la verdad.
Soy admirador de Palahniuk y su obra, mucho mejor el libro aunque sea un comentario gafapastil, pedante y repetitivo pero es la puta verdad!

Un saludo!

Anónimo dijo...

buff, una caca pestilente como la nueva de tu admirado Almodolar, que se puede esperar.

Marco Méndez dijo...

Advierto de antemano que soy miembro del Proyecto Caos (Mayhem Proyect), aún así moderaré el lenguaje para no caer al calor del momento. Libertad y respeto a la opinión ajena ante todo.

Quiero mirar un poco el contexto. Los noventas fue una década extraña, un paréntesis en blanco entre la caída del Muro de Berlin y el 11-set-01. Para los veinteañeros jóvenes de la Generación X tenían una de dos, convertirse en yuppies pedantes existosos materialmente adictos al trabajo; o bien en miserables hormigas humanas condenadas a la rutina y sin pretención por la sola necesidad de sobrevivir. No quiero meter acá a los universitarios seudo-socialistas, un grupo que a la larga terminan en alguno de los dos grupos. La gran mayoría tendrá trabajos que odie, para comprar mierda que no ocupe prolongando el círculo vicioso.

Lejos de analizar la película en pequeños tubos de ensayo, el culto destilado de Fight Club se concentra en su mensaje. Agua viva entre los esclavos de la rutina con un vacío existencial. Anarquista o peligroso para los reyes de cuello blanco, los cuales mueven cielo y tierra para mantener el status quo de sus reinos corporativos. Lo que puede resultar contradictorio porque detrás de cámaras Fincher era también conocido como realizador de comerciales para distintas marcas a las que se hacen mofa en su película.

"Lo sé porque lo sabe Tyler."

Crowley dijo...

Eh!, jejeje, que a mí me gusta mucho... ¡y he visto a Straub!, de hecho tengo los packs que ha sacado INtermedio como una joya en mi estantería.
En esta no coincidimos, amigo DVD, ya que la considero una pieza clave del cambio de milenio.
Un saludo y feliz finde

dvd dijo...

Tengo una duda existencial... ¿Qué diablos es el proyecto Mayhem?...

Lucifer, Becario del Mal dijo...

No creo que sea un panfleto nihilista, es una peli, peli que me gustó por muchos motivos al margen de que simpatice o no con el apocalipsis de la sociedad organizada tal como la conocemos. Que a veces es que si.
Saludos

PS: ¿quién es Straub?

dvd dijo...

Jean Marie Straub, junto a su recientemente fallecida esposa, Danielle Huillet, están considerados como los cineastas que definieron lo que posteriormente se llamaría "modernidad". Su cine, además de radical e inclasificable, abrió un abanico infinito de posibilidades en tanto que representación visual de una obra, ya sea literaria, pictórica o meramente de índole intelectual. Sin embargo, nada de esto vale un pimiento si uno no ha visto su filmografía, desgraciadamente inédita en España hasta hace bien poco, que Intermedio (como bien apunta Crowley) ha lanzado casi toda su obra en un cofre que a mí me parece el acontecimiento del año, así de simple. Digamos que en un contexto conceptual, la comparación con la película de Fincher es poco menos que un chiste o un acto de ignorancia...

Mister Lombreeze dijo...

No tienes vergüenza. Comparar las carreras de Scott y Fincher. Un respeto. Por muchas mierdas que haya rodado, Scott es el padre de Los Duelistas, Alien y Blade Runner. Solamente por ello le debemos agradecimiento y respeto eterno.

Straub/Huillet? pfffff, jo, qué densidad... no pides tú nada, jajajjaa.

Yo esta pelí la vi cuando la estrenaron, me quedé dormido un rato (as usual). Mi mujer (entonces mi novia) me dijo que Brad Pitt salía muy guapo. Vi que salía Meatloaf haciendo de gordo tonto y el final me produjo náuseas. También recuerdo a Edward Norton haciéndose el chulo en la oficina. Creo que no la entiendo. No sé qué cojones quiere el protagonista, es anarquista?, revolucionario?, demente?, mesías?, no sé para qué sirve el club de la lucha, no entiendo su violencia. No he vuelto a verla. No recuerdo mucho, pero recuerdo que todos los personajes que salían me cayeron fatal. No empatice con nada de lo que vi en pantalla. No tengo ganas de darle una segunda oportunidad.

dvd dijo...

Creo que estoy de acuerdo en el 99% de lo que dice Lombreeze; sólo falla que yo no me quedé dormido. En cuanto a Scott creo que lo dejo claro al principio de la reseña: a Fincher le quedan veinte películas por hacer para demostrar que es capaz de al menos dos obras maestras absolutas como ALIEN y BLADE RUNNER, que son dos films que justifican casi cualquier cosa posterior...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!