domingo, 22 de mayo de 2011

Rincón del freak #26: La esquina donde el viento da la vuelta (O sea: lo último de lo último)



Hablamos hoy de una película difícil de entender, de explicar; no sólo un fracaso comercial y artístico, sino un pifiazo que se veía venir antes incluso de rodarse y que normalmente las productoras ponen en manos de directores sin mucho caché. Lo que no se comprende de THE LAST AIRBENDER es la firme decisión con la que se ha articulado lo que se ha vendido como "La Gran Saga Cinematográfica", y sin embargo no es más que un torpe refrito de multitud de producciones similares. Supongo que M. Night Shyamalan, acostumbrado a los guiones ingeniosos, con múltiples virajes y sorpresas narrativas, con su habitual mesura y sus montajes pausados, se dijo un día que podría con una fantasía épica, que su gran habilidad le iba a permitir romper los férreos esquemas del género, indagar con su cámara detallista en esos compartimentos que suelen quedar olvidados en favor del fuego de artificio. Es sólo una suposición, un agarradero para intentar entender este cúmulo de despropósitos acerca de unos que son buenos y otros que son malos, y hay unos que dominan el fuego y otros que dominan el agua y otros que dominan la tierra y otros que dominan el aire, sin el cual acabo de quedarme... En fin, sé que parece difícil creer que esto no tenga ni una pizca de validez fílmica, pero es que Shyamalan se olvida de que si no hay trascendencia al menos debe cundir el bendito entretenimiento, pero THE LAST AIRBENDER es taaaaaan aburrida, tan tontuela, con tan poca chicha, que cuando empiezan a salir monjes tibetanos pegando saltos y soltando rayos y centellas hace ya tiempo que estamos mirando a quien quiera que tengamos al lado, encogidos de hombros y con esa expresión facial que viene a decir: "¿Pero esto qué diantres es?"... Sí, un fiasco de proporciones impredecibles, que fue de cabeza a los razzies y que, a menos que lo subsane de inmediato, puede ser la tumba profesional de su autor.
Saludos elementales.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!