martes, 17 de mayo de 2011

Los orígenes se escriben con sangre



GANGS OF NEW YORK fue el inesperado (e inesperable) "film total", finalmente ensayo inventado, subliminal, que Martin Scorsese quiso estamparle en la jeta a un Hollywood que había ofrecido una infinidad de postales amables, tributos enamorados, de una ciudad, New York, Grand Ribbon más allá de las etiquetas de cualquier cosa que huela a eso que se llama "americanismo". Scorsese le quiso dar la vuelta a todo, dotar al New York de 1863 del aspecto sucio y desastrado de un Londres o un París de la época; y esto juega en su favor tanto como en su contra, pues funciona mientras la frenética actividad de las bandas no da tiempo a enjuiciar el detalle, pero se torna un ritmo cansino en esos largos diálogos que parecen (más de lo que parece) no llevar a ninguna parte.
Y luego está Daniel Day-Lewis con un personaje, William "The Butcher" Cutting, que sólo podría haber encarnado él y que anticipaba de alguna manera su cumbre interpretativa, el Daniel Plainview de THERE WILL BE BLOOD, otro fresco destinado a perpetuarse en el tiempo. Cutting no sólo es un carnicero de profesión, sino que significa el hombre ascendido al poder mediante la violencia, para Scorsese el precursor de lo que luego serían las bandas mafiosas y sus siniestros líderes. En el otro lado, Leonardo Di Caprio es Amsterdam Vallon, el inmigrante que se esfuerza por ser honrado, testigo de la espiral de violencia y corrupción desatada en la ciudad, y al que no le queda más opción que entrar en la lucha de manera directa. Existe el elemento de la venganza, pues Cutting es el asesino del padre de Vallon cuando éste es aún un niño; la inefable figura femenina, que es una esforzada Cameron Diaz, no siempre del todo creíble; y una miríada de secundarios que transitan por sus casi tres horas de excesos y búsquedas de "la nueva forma" "el nuevo New York", curiosamente mucho más antiguo que el que estamos acostumbrados a ver en pantalla. Al final, GANGS OF NEW YORK es un trabajo de gran personalidad, que arriesga y se la juega en cada plano, pero que parece incapaz de mantenerse cohesionado como un solo ente, casi pidiendo a gritos una serie de cortes, episodios más bien (véase, por ejemplo, la correspondencia con la reciente BOARDWALK EMPIRE). Hay quien cae fascinado ante esta epopeya de sangre y fuego acerca de las trastiendas de una gran ciudad, pero también quien encuentra incomprensible tanto grito y tanto porrazo, cuando uno puede decir con claridad y buen tono que en todas partes y todas las épocas cuecen habas. A mí me parece una gran película fallida, es decir: cualquier cosa menos una mediocridad.
Saludos de la banda.

3 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

No será mediocre, pero sin pretenderlo resulta ser demasiado enmarañada. Coincido en lo atractivo del aire dickensiano de la historia, pero la encuentro pasada de rosca. No soporto en esta ocasión a Daniel-Day Lewis (todo lo contrario que su magistral interpretación en Pozos de ambición, son como dos caras de la misma histriónica moneda).

La historia que se cuenta acaba importándome un pepino pese a que tiene todos los ingredientes para ser atractiva a mis ojos: corruptelas políticas y policiales, bandas rivales, xenofobia, un contexto histórico interesantísimo... El personaje de la chica me estorba. DiCaprio está muy flojo.

Al final, me despertaron los cañonazos sobre Five Points.
Ni siquiera creo que se muestre bien una de las moralejas de la peli y que sería algo parecido a lo que dijo Herman Melville de los incipientes USA: "No somos una nación, somos un universo".
Pues sí. Fallida. Una pena. Abarcó mucho y apretó poco, uno de los puntos débiles de las historias de Scorsesse.

Cinemagnific dijo...

A mi me parece visualmente espectacular pero argumentalmente sólo correcta. Tampoco fallida, pero únicamente correcta.

dvd dijo...

Un poco de todo eso hay, sí...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!