jueves, 5 de mayo de 2011

Locas de amor #1



Iniciamos aquí un mini-monográfico, que se extenderá durante tres días y que versará acerca de amores al límite, no tanto amores que maten sino amores más allá incluso de la razón. Curiosamente, los tres títulos tienen a tres mujeres como protagonistas, marionetas de su esclavitud, incomprendidas por amar hasta las últimas consecuencias.
El primer film creo que ni siquiera necesita presentación, pues fue el que puso en el disparadero internacional al danés Lars von  Trier tras las enormes expectativas creadas con EUROPA. BREAKING THE WAVES es un tortuoso relato de amor inquebrantable apoyado fundamentalmente en la intensa interpretación de Emily Watson. La historia, situada en los años 70 en la costa del Norte de Escocia, nos presenta a Bess, que se enamora de Jan, un trabajador de una plataforma petrolífera; hasta aquí no habría nada de particular si no fuese porque la comunidad en la que vive Bess se rige por costumbres estrictamente religiosas, rozando el fanatismo, por lo que Bess no contará con ningún apoyo. Sin embargo, dando la espalda a los suyos, se casará con Jan, aunque éste tendrá que marchar inmediatamente a la plataforma, dejando a su nueva esposa en una martirizante soledad, que se verá agudizada cuando reciba la noticia de que su marido ha sufrido un tremendo accidente.
Von Trier se creó tantos admiradores como detractores con esta obra al límite, siempre bordeando lo ridículo; mi opinión es que, viendo la deriva que ha tomado su carrera, no me parece de lo peor suyo. Es cierto que siempre ha sido un tipo bastante jactancioso, aquí incluso intentando codearse con su compatriota Dreyer, al que sigue mirando desde abajo. El problema fanático-religioso, las injusticias irracionales y las personalidades al límite, un batiburrillo del que el danés sale bien parado sólo a medias en una película que ha provocado más de una urticaria intelectual, sea eso lo que sea. Por aquí hemos visto ya el trailer de su última propuesta, y qué quieren que les diga...
Una marejada de saludos... y mañana más.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Rozando el fanatismo? Estan loquísimos. En pleno entierro de una persona y lo condenan al infierno...?¿? A mí me gustó la peli, le sobra media hora pero me moló.
Debería haber una frase que diga: ...más loca que Emily Watson cuando el marido se va a trabajar. Noooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

dvd dijo...

Jajajaja... Es verdad, es verdad...

Mr. Snapple dijo...

Lars von Trier suele amarrarnos (conste que soy seguidor) con un absurdo de lo más absurdo posible. Es tan absurdo en sus planteamientos que llega a tener sentido. Me pasa montones que trato de contar la historia de alguna película de Lars y simplemente se me quedan viendo como pensando "¿Qué será esa estupidez?" y viéndome con cara de depravado.
Pero es un genio.

Mister Lombreeze dijo...

Acaba tan obscenamente como el Ordet de Dreyer, con un milagro de campanas sonando en el Cielo de Dios!!!. Jajaja, es tremenda. Uno de los engendros más horribles de la historia del cine. Es ésa en la que Dios le decía a la protagonista que se la chupara a extraños, verdad?, qué delirio. Yo la vi en una sala de cine el año de su estreno en España. Me reí mucho al final, con lo de las campanas, y casi llegamos a las manos con unos admiradores de la peli!!!. Me gritaron a la salida del cine "tú no sabes lo que es el amor!!!". Y yo les respondí "pero sé lo que es una mamada y no son como las pinta von Trier". Increíble, pero cierto.
La verdad es que debería haberme reído más bajito para no molestar a nadie, pero es que tenía ventipocos años.

dvd dijo...

Mamada más, mamada menos, y al final el tío va invitado a Cannes y todo...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!