domingo, 31 de octubre de 2021

Rincón del freak #479: Nazis, palurdos, ermitaños y travestis de la tercera edad


 

Lo de hoy es muy raro, maldita sea. Tengo la sensación de haber alcanzado una cúspide (o una sima, más bien), un non plus ultra de lo roñoso por inexplicable. Uno de esos ejemplos de que el cine (o lo que sea esto) nunca acabará de sorprendernos, sobrepasando nuestras expectativas más locas. Esta película (siendo muy muy condescendiente) es uno de esos mitos, casi leyenda urbana, que se transmitía por algunos mentideros de los muy oscuros y bizarros. Todo el mundo hablaba de una película hecha por un tipo de Huelva, que se presentaba a sí mismo como Rodjara (acrónimo formado por sus dos apellidos), y que tenía un guion tan delirante que el término freak se le quedaba corto. Con una realización que roza la indigencia, unos actores que probablemente pasaban por ahí, y unas escenas sexuales (obtuvo una meritoria "S") que parecen hechas por un numerario del Opus, todo lo que queda es una especie de opereta a mitad de camino entre Paulo Coelho y John Waters, o como si a Todd Solondz le quitamos la mala leche y lo investimos de una filosofía capuchina. DIMORFO, que así se llama esta cosa, comienza con una especie de ermitaño descalzo y con peluca yeyé, y unos nazis de casco acharolado y trabuco bandoleril, que persiguen a dos tipos completamente desnudos (debe ser el film con más fijación por el integral masculino de la historia). Los perseguidos mueren y el monje intenta huir, porque por lo visto es judío, pero el nazi se lo piensa antes de matarlo porque es su cumpleaños (lo juro)... el del nazi, claro. Con una herida de bala, llega a un caserío que pareciera galáico, aunque no termino de ubicarme, y los ropajes remiten como a los Cárpatos... yo qué sé. Allí vive una vieja, que desde el primer minuto se sabe que es un viejo, porque tiene barba (la escena del afeitado es de descojone), su hijo, que es un cazurro salido que ha estado en un psiquiátrico, y su insatisfecha mujer, que es rubia teñida y se lo monta con el monje a las primeras de cambio. A partir de ahí, imaginen lo que sea porque Rodjara lo hará posible como si nada. Hay interpretaciones de grupo teatral de residencia de ancianos, música puesta a destiempo, un doblaje de los de cobrar y huir, y una ambientación, un vestuario, unas pelucas... Aun así, este tipo se permite reflexionar sobre la conveniencia de un camino justo y libre de mentiras, justo antes de que lleguen los nazis y nos hagan un favor dando matarile a esta cuerda de imbéciles, a los que nunca nadie debió convencerlos de que podían coger una cámara y perpetrar esta barbaridad...
Por suerte, es casi inencontrable.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!