miércoles, 27 de octubre de 2021

Generación espontánea 2


 

A vueltas con esta HALLOWEEN KILLS, hay dos motivos por lo que la presuntamente última secuela (y esperemos que cierre definitivo) se hace imprescindible. Una es zanjar la agotada y agotadora franquicia; la otra es comprobar si aún se puede confiar en que exista un personaje que no sea completamente estúpido. Esto es aún más desquiciante en esta nueva entrega, y llega el momento en que uno espera impaciente que Michael Myers se quite la máscara y le explique a la cohorte de palurdos que lo persigue, cómo se le descerrajan seis tiros en la cabeza a alguien que yace inconsciente en el suelo. Sí, ya sé que guiarse por las leyes de la coherencia no es recomendable si lo que se quiere es transitar por un slasher, pero entonces hubiera sido mejor tirar por la calle de enmedio y valorar un giro muy loco, un poco a lo Drew Goddard. Como esto no ocurre, me queda claro que entre la constante genuflexión de Gordon Green, y sus infinitesimales aportaciones vía comedia destroyer, lo que queda es lo esperable, un afán recaudatorio para la Blumhouse, que estira el chicle con los mismos trillados argumentos que aquellas otras vergonzosas continuaciones. Mejor hecha, sí; más respetuosa, también; pero no por ello más necesaria.
Tiene dos o tres momentos que sólo pueden tacharse de ridículos. O el supuesto cierre del año que viene es la bomba, o podemos estar ante un bluff ciertamente importante.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!