jueves, 14 de octubre de 2021

La ley a los infames


 

En 1972, Mario Camus emprendió un ambicioso proyecto para RTVE, nada menos que un señor largometraje (me chivan que en televisión se pasó en dos partes) sobre la inmortal obra de Calderón de la Barca. LA LEYENDA DEL ALCALDE DE ZALAMEA es una película muy canónica, pero no lo parece; o a lo mejor es al revés, no sé. Pero verla hoy día es un placer culpable, al tiempo que una gozosa zambullida en aquellos desempeños y quehaceres, que eran los de aquel tiempo, tan sobreabundantes para lo televisivo. Intérpretes de primera magnitud, una localización real (que aunque no era Zalamea, sí estaba en Extremadura), y una realización impecable, con, por ejemplo, fotografía de Hans Burmann y una extraordinaria música del gran Antón García Abril. El texto, revisado aunque bien respetado, es intemporal por el tema tan universal que toca, el de las injusticias y excesos provenientes del poder mal entendido; aunque también da cuenta de lo contrario, de cómo lo justo y honorable ha de prevalecer por dificultoso que parezca. En un reparto extenso, sobresalían unos excelsos Fernando Fernán Gómez (el capitán general, Don Lope de Figueroa) y Paco Rabal (el labrador, y posterior alcalde, Pedro Crespo). En mi opinión, y de momento, la menos acartonada de las versiones del original, pese a que no abandona el declamado, y la extensión del elenco cojea por alguna pata. Y no le vendría nada mal un poco de restauración digital, ya que estamos, que Don Pedro Calderón bien se merece que su infalible humanismo se haga de ver bien en condiciones en estos tiempos tan inciertos faltos de la inquebrantable moral de otro Pedro, Crespo, que no dudaba en dar su merecido a quien osare tocarle una ceja a una de sus desvalidas hijas... algunas más que otras, ya se sabe...
Sin más, una de esas obras a las que no es que haya que llegar, sino de la que nunca debiéramos marchar...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!