jueves, 11 de febrero de 2021

Adoquines


 

La cultura como arma arrojadiza, los sindicatos protestando junto a los poetas y los cineastas. Las fuerzas retroalimentándose contra el enemigo común, el que siempre ha estado ahí, invisible, viejo, la carcoma de todo lo bello y todo lo que no responde ante sus intereses. 1968. Mayo. París. Aquellas preguntas deberían haber sido nuestras certezas, pero vuelven a ganar con el tiempo como aliado. Simplemente esperan a que todo se derrumbe, a que todos se cansen, a que disputen entre ellos. Entonces asoman sus sarmientos y se proclaman como los únicos salvadores, otra vez. Y así será siempre. CINÉTRACTS daba buena cuenta de ello a lo largo de 41 fragmentos, imágenes congeladas, instantáneas recogidas en el momento, y que componen una advertencia alejada del palimpsesto. Ganan, perdemos; deberíamos saber esperar.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!