sábado, 13 de junio de 2020

Diario de merecimientos



Las habremos visto otras veces, más potentes, sarcásticas, endiabladas, sorpresivas, pero pocas películas recientes pueden presumir de encontrar, casi sin esfuerzo, el punto justo de modulación, su "temperatura variable", como lo hace BAD EDUCATION. Y lo cierto es que Cory Finley aprueba con nota el siempre complicado margen del segundo film, y lo hace por dos motivos bien diferenciados. Primero, no se cree más lista de lo que es y hace caso al estupendo guion escrito por Mike Makowsky, del que es imprescindible hablar después; pero sobre todo, es una de las mejores direcciones de actores recientes, logrando cambios de registro asombrosos, fundamentalmente en el tándem Hugh Jackman/Allison Janney, que convergen con extraordinaria naturalidad en el arranque, para seguir caminos separados (y contrapuestos) más tarde. Makowsky destapó, con un "inocente" artículo en el periódico escolar de Roslyn, el que a día de hoy es el mayor desfalco en su ámbito (unos 12 m. de dólares). Pero el film de Finley no se queda ahí, y se erige como crónica necesaria de toda una cadena de engaños, apariencias y supercherías, en torno a la figura (real) de Frank Tassone, que sin duda merecería todo un estudio en profundidad. Tassone es una especie de genio visionario, capaz de elevar el prestigio de una humilde escuela hasta las cinco mejores del país, desde su puesto de superintendente administrativo; además, antiguo profesor de literatura, posee una memoria prodigiosa, conoce cada detalle de cada alumno, e incluso saca tiempo para un peculiar club de lectura. Pero Tassone es también un hombre esclavo de unas pasiones que ha mantenido ocultas durante toda su vida, y que son el pilar y colofón de este film sorprendente y necesario, con mucha más mala baba que otros de apariencia más agresiva, y que la HBO ha presentado como gran título de su vertiente cinematográfica.
Muy buena, y Finley un nombre a seguir sin ninguna duda.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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