domingo, 4 de octubre de 2015

Rincón del freak #207: Cuchillas y mazmorras... un mundo infernal



Siguiendo con el informal repaso a la irregular saga de Freddy Krueger, digamos que la tercera pasa por ser, quizá, la más digna y entretenida, aunque su director, un debutante Chuck Russell que luego tocaría el cielo con la inmortal THE MASK, prefirió dar un giro a la franquicia hacia su público natural, que no es otro que el juvenil, y del que Wes Craven nunca ha renegado en sus films. Así, A NIGHTMARE ON ELM STREET: DREAM WARRIORS es una mezcla de las andanzas del carnicero con cuchillas en los dedos y el formato "Dungeons & Dragons", que por aquel 1987 copaba casi cualquier resquicio de la fantasía adolescente, con su celebración desatada del juego de rol.
Vista hoy, y exceptuando otro debut remarcable, el de Patricia Arquette, se comprende por qué fue tan popular en la época, pero sólo desde un punto de vista que recoja sin mayores reparos todo lo que supone una producción conscientemente orientada a aquellas hordas y vástagos de la laca (memorable el peinado de la hermosa Jennifer Rubin) y el heavy metal (el cierre corre a cargo de los olvidados Dokken). En fin, que aun con todas sus deficiencias y "licenciaturas", aún contiene algunas escenas bastante sugerentes y que adelantaban a un director con talento y carisma, como la imagen que ilustra esta entrada y que remite directamente al Fausto de Murnau, el engullimiento literal de la pobre Patricia Arquette por un Freddy convertido en gusano gigante o el sentido guiño, ya al final, al stop motion de Ray Harryhausen. Resumiendo, una película sin grandes pretensiones que ha quedado como gran curiosidad a descubrir para las generaciones venideras menos acomodadas.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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