sábado, 27 de junio de 2015

Parte del rebaño



Y, efectivamente, como quería dejar zanjado el exhaustivo repaso a Cannes'77 antes de irme de vacaciones (que este año será muy pronto), vayamos con la gran ganadora de aquel año. Gran película y gran reflexión sobre esos aspectos de una sociedad que nos suelen pasar desapercibidos y que al final resultan ser los más importantes y cruciales para entender exactamente de dónde provienen nuestros problemas más irresolubles.
PADRE PADRONE es una cruda disección, la que efectúa, a modo de exorcismo vital, Gavino, que ahora es escritor, pero que tuvo que luchar para no convertirse en una simple bestia de carga. Los hermanos Taviani, con su severo sentido del espacio, exponen una historia hiperrealista sin plegarse a los mandatos de un naturalismo forzado; al contrario, el ejercicio de dominio de un padre brutal e insensible, que confunde protección con aislamiento, que es incapaz de distinguir a un niño de un adulto, es contenido en un diámetro obstinadamente teatral, a la búsqueda de un instante de lucidez en la mirada vacía e infernal de un Omero Antonutti irrepetible, alejado de clichés estéticos, jamás regodeando a su personaje en su miseria moral.  PADRE PADRONE tiene apenas un defecto, que proviene de la dificultad de abarcar un arco temporal tan extenso y conjugarlo con el gusto por el detalle que recorre toda la obra. Visualmente brutal, imperfecta, lírica, como un puñado de tierra directo a los ojos, esta es la historia de un hombre que obligó a su hijo a ser analfabeto, a follarse a los animales y a rehuir el contacto humano; pero también es la historia de otro hombre, que antes fue niño, que se obsesionó con la idea fija de huir a donde fuera, a cualquier sitio donde no le estuvieran apalizando constantemente ni tuviese que beber la leche que se había mezclado con la mierda de las cabras. 38 años después, sigue conmoviendo, creando repulsión y controversia, haciendo pensar y mostrando un camino insobornable a todos esos nuevos creadores de imágenes incómodas y necesarias.
Yo se lo hubiese dado a Robert Altman, pero esta película es una barbaridad.
Saludos.

4 comentarios:

David dijo...

Un par de preguntas.
- ¿esta es la peli en la que el padre viene a buscar al niño a clase y este se mea en los pantalones?
- ¿es la misma peli en la que cuando esta de adulto en el ejército está "montando" una radio amateur o algo parecido en un cuarto de baño para "aislarse" del jaleo de alrededor?

Si es esa, esta peli la vi de crío en Sábado Cine y no la he vuelto a ver.

dvd dijo...

Exacto, tocayo.

ricard dijo...

¿Qué dije sobre "Tres mujeres"? Ah, sí, que era una obra maestra. Pues ésta también lo es.

Saludos.

Mister Lombreeze dijo...

Es una de las más tremendas Invasiones Bárbaras Cinematográficas de todos los tiempos. Es que hay que verla. Tremenda.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!