sábado, 13 de diciembre de 2014

De vacaciones #3



No sé qué diablos le pasó ayer a Blogger. Entre que no pude escribir esto (lo hago el Domingo) y que por la noche asistí a un interminable cena de empresa, que se estiró hasta horas incomprensibles para el entendimiento humano, el Sábado pintó raro. Aunque más rara es PARADIES: HOFFNUNG, película que cierra la trilogía de Ulrich Seidl a la peor gloria de tres personajes que transitan de la sordidez al solipsismo emocional; no es tanto un tríptico sobre la infelicidad, sino más bien sobre una cierta idea de fealdad inasumible en un mundo repleto de máscaras. Curiosamente, Seidl afloja el tono para rematar con la extraña peripecia de Melanie, la hija que aparecía brevemente en la primera entrega. Gorda como su madre, pasará el verano en un campamento de modos casi militares a fin de perder peso y corregir sus excesivos hábitos. Lógicamente y como es de esperar, no sólo se saltará las normas a la torera junto a sus compañeras de cuarto, sino que además se verá atraída por el médico de la institución. Complicada de ubicar en sus herméticos planteamientos, posiblemente sea el mejor film de los tres, aunque le cuesta arrancar y situarnos en la siempre complicada mente de una adolescente engreída, perezosa y equivocada en la totalidad de su transcripción de los demás. Aun repleta de licencias, la mayoría incomprensibles (la escena del bosque es una marcianada total), es verdad que aquí Seidl permite respirar un poco más a sus siempre encorsetados personajes e incluso es capaz de ensayar algo parecido a un encadenamiento dramático. Es menos fría, a la manera en que el director austríaco puede serlo, y deja una sensación más reflexiva acerca de la devastación apuntada en las otras dos entregas, aunque yo señalaría que lo de menos es la inconexión entre las tres, ya que su interacción precisamente sea la tremenda distancia entre tres personas absolutamente solas. Una trilogía imprescindible, incluso con sus imperfecciones, que son muchas.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!