lunes, 17 de febrero de 2014

El chico del millón de pesetas



El muchacho de barrio, con malas compañías, que encuentra en el deporte (boxeo) la única oportunidad de salir de lo que implacablemente se va convirtiendo en un círculo vicioso. Eso por una parte. Por otra parte, al susodicho le da tiempo a: 1) Enamorarse de la chica equivocada (para los demás) 2) Dotar de sentido la arruinada vida de un olvidado proyecto de estrella (habitualmente por el alcohol) y 3) Plantarle cara a tiempo a los que dicen ser sus amigos y familia, pero que van a llevarle a la perdición.
La película es ALACRÁN ENAMORADO, que apenas logra aprobar el siempre difícil reto del segundo largometraje (si obviamos sus dos incursiones en el documental de encargo y de exorcismo vital) y que, con todo lo que lleva dentro, resulta complicado extraer una conclusión certera que explique su helado recibimiento. Esta reseña se abre, sin embargo, con la intención de poner un poco de luz sobre este asunto ¿Conclusión?: Todo está demasiado visto y requetevisto. Éste es un refrito incomprensiblemente tímido de MILLION DOLLAR BABY, AMERICAN HISTORY X y, en menor medida (en realidad es una boutade mía), del CODE INCONNU de Haneke. Pero ni Álex González se separa en todo el metraje de un permanente rictus de enfado, ni me creo a Javier Bardem (aunque de ahí se podía haber sacado una historia más compleja e inquietante), ni me creo que un neonazi embelese a una mulata, ni Miguel Ángel Silvestre da miedo (aunque hable como Angela Merkel), ni unos esforzados Carlos Bardem y Hovik (mejor véanle monologando) serán jamás Clint Eastwood y Morgan Freeman. Y todo eso es demasiado lastre para una película que ni tiene ritmo, ni tiene chispazos de humor, ni te hace temblar con su discurso moral. Simplemente "incurre" durante 100 minutos; pero una cosa es "incurrir" y otra "ocurrir", como sí hacía la estupendamente desvergonzada EL TRUCO DEL MANCO.
Por cierto, optaba a 4 Goyas y no se llevó ninguno.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!