viernes, 7 de febrero de 2014

Cascadas de sangre



La pregunta es: ¿Se puede o se debe seguir insistiendo en el filón vampírico, con el riesgo de banalizarlo? La respuesta de Neil Jordan es: Sí. Pero Jordan tiene la capacidad de exponer su cine, su manera de entenderlo, con claridad y convicción, los mismos argumentos que lleva esgrimiendo durante más de treinta años y que le han convertido en uno de los más interesantes renovadores del cine de género... de cualquier género.
BYZANTIUM fue presentada en el pasado festival de Sitges casi de puntillas y más de un año después de su realización. Signo de estos tiempos oscuros y curiosa coincidencia espiritual con el corazón de esta nueva andanada de cine de vampiros, romántica y sangrienta a partes iguales; digamos que podría considerarse el reverso femenino (y ya era hora) de ENTREVISTA CON EL VAMPIRO. La correspondencia no puede ser más clara: Los vampiros llevan habitando este mundo desde tiempos pretéritos a la civilización, pero para perpetuarse sin ser detectados han mantenido una férrea disciplina de conservación, fundamentalmente basada en la pureza de linaje y en el exterminio sistemático de las mujeres que pudiesen corromper dicha "pureza", indefectiblemente machista. No sólo en la reivindicación de sexos se mueve esta película de apariencia frívola pero con un poderoso mensaje, porque pocas veces hemos visto a algún vampiro con dificultades económicas; pero es que Jordan nunca ha sido ajeno a su propio tiempo, y en su discurso reflexiona tanto sobre la huida constante de estas dos "rebeldes", perseguidas por implacables y pacientes sicarios, como sobre la protección a ultranza y mutua que va aclarándose a lo largo de un metraje intenso y temperado. Una película que se mueve más entre luces recargadas que entre sombras, y que prefiere una impersonal ciudad costera (Cork en Irlanda y East Sussex en Inglaterra) como, quizá, el único escondite posible para quienes llevan siglos permaneciendo invisibles.
No es la mejor película de Jordan, pero sigue siendo un director con una poética reconfortante y reconocible, y en estos tiempos, eso es agua de Mayo.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Lo mejor es su feminismo. Pero hay mucha tontería de por medio.
Una fotografía chulísima, por cierto.
La actriz de la prota niña es que me da repelús.

dvd dijo...

¿Y qué me dice de la Arterton? ¿No le parece que tiende peligrosamente al sobrepeso?...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!