jueves, 18 de octubre de 2012

Quizá un instante



ZERKALO (EL ESPEJO) es irritante, una irritante obra maestra... ¿Por qué irritante? Por no poder entrar en ella, por su inimitada hermosura formal, por no poder ubicarla dentro de un género reconocible y confortante a nuestros sentidos. Desconozco si la intención de Tarkovski era olvidarse del espectador, fundamentalmente porque ésta es una película de la que resulta difícil desprenderse una vez vista. Traspasado el primer umbral de asombro, y porque sus imágenes así lo requieren, hay pequeños indicios que nos van jalonando una posible piedra de toque, un asidero. El aire que encierra el film es pesado, como el de una pesadilla... o un recuerdo; quedémonos con la teoría de la vida ante los ojos del moribundo, aunque también se atisba un cierto arrepentimiento, algún tipo de vergüenza ante no poder arreglar ya lo dañado. Así ¿está sucediendo todo en el cerebro de alguien? ¿se refiere "el espejo" a la posibilidad de verse a uno mismo fuera del propio subconsciente? Es el no poder dar una respuesta definitiva a estos temas lo que realmente irrita, porque, a mi juicio, la calidad artística del film es poco discutible; lo que sigue coleando es si sirve a, incluso, sus propios propósitos. Habría que saber primero cuáles son éstos, en qué lugar de una "intención" quedan finalmente albergados. En lo que ya no concuerdo es en eraizar un argumento en sí mismo, puesto que, aparte de no interesarme demasiado por venir del director que viene, su ejercicio de "vaciado" es perfectamente contrapuesto y contraprestante a partir de cómo se percibe el mundo real en nuestra intransferible (y esta palabra es importante) visión de "lo real". Tarkovski intentó filmar sueños, no recrearlos; usted está ahí y yo, gracias a la tecnología, ni siquiera existo, sólo quedan las letras... ni siquiera reales... ni siquiera físicas. Es existir, es percibir y es incubar.
Saludos reflexivos.

1 comentario:

Mister Lombreeze dijo...

¿No has entendido la peli?. no pasa nada, te copio la anécdota:

"Cuando terminó el montaje de "El Espejo", fue primeramente mostrado a un grupo de famosos críticos. Después de la proyección, los críticos empezaron a discutir acerca de sus significados ocultos y a dar sus interpretaciones. Así estuvieron largo rato, hasta que la señora encargada de la limpieza de la sala, cansada de esperar el fin de la discusión, les preguntó por cuánto tiempo pensaban seguir. Alguien le replicó que estaban debatiendo sobre una muy complicada película y que necesitaban tiempo para comprenderla. La señora de la limpieza preguntó: "¿Qué es lo que ustedes no comprenden de esta película? Yo también la he visto y lo he comprendido todo". Los críticos permanecieron un momento en silencio, y entonces, uno de ellos pidió a la señora que diera su interpretación de "El Espejo". Ella respondió: "Trata de un hombre que ha causado demasiado dolor a aquellos que ha amado y le han amado. Ahora, él se está muriendo y está tratando de pedirles que le perdonen pero no sabe cómo". Tras esta pausa, Tarkovski dijo que él no tenía nada más que añadir a lo que había dicho la señora."

Es una de mis rarezas cinéfilas favoritas.
Tarkovski debería haberse dedicado siempre a filmar sueños. Creo que los mejores sueños del cine son los de "La Infancia de Iván".

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!