viernes, 5 de octubre de 2012

Ozu en Viernes #24



1952. Yasujiro Ozu escribe, junto a Kôgo Noda, el guion de OCHAZUKE NO AJI (EL SABOR DEL TÉ VERDE CON ARROZ) ¿Ingeniosa técnica de despiste? En cualquier caso, y siendo de lo más discreto de la recta final de su carrera, se atisban imperceptibles movimientos sísmicos tras la aparente banalidad de esta historia que venía a ensalzar dogmáticamente los valores del Japón tradicional, frente al imparable e impersonal progreso. El protagonismo, sin quedar muy claro, recae en Shin Saburi, actor de temple inconmovible y mucha más dureza de expresión que el habitual Chishu Ryu, que sólo interpreta un papel muy secundario. Él dará vida a un gris ejecutivo de rectos principios y proveniente de una familia modesta, que tendrá que tirar de hieratismo para soportar los continuos desplantes de su esposa (una sugerente Michiyo Kogure), que pasa literalmente de él y prefiere pasar largas temporadas en enigmáticos balnearios (ustedes saben) junto a dos o tres "esposas desesperadas" más. No funciona aquí la agilidad de Ozu para engarzar varias historias bajo un denominador común, probablemente la paciencia como virtud aglutinadora; en cambio, pareciera, una vez llegados a tres cuartos del film, que el director se diese cuenta de la poca o nula importancia de los secundarios y se centre en la pareja referida. El final eleva ligeramente las expectativas en materia meramente fílmica (aunque su moralina chirríe a cada paso), y no son pocas las escenas largas que ponen de manifiesto la solvencia de unos actores hiperprofesionales; pero no estoy seguro de que una toma de conciencia tan drástica (en este caso de la esposa arrepentida) sea cosa de un par de minutos de charla compartiendo un bol de arroz. Me queda, desde luego, la sensación de que en dos horas de película esta historia podía haber dado muchísimo más. Pero ¿qué más da?... La semana que viene lo explico...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!