sábado, 6 de octubre de 2012

Renovación de armario



Lo que asustaba hace treinta años ya no asusta, de lo que se puede deducir que lo truculento, a lo mejor, no es el camino. Uno de los cineastas que, sin salirse estrictamente del género, parece haberse dado cuenta de esto, es Ti West. Y a Ti West vamos a seguirle la pista sí o sí. Lo digo porque las películas de terror de hoy en día se limitan a copiar (mal) cosas que ya se habían hecho antes (mejor); y, extremando un poco el discurso, las propuestas más interesantes son las que no terminan de ingresar directamente en un género determinado y juegan con la inteligencia del espectador para ver si son capaces de descifrar estos códigos que se pretenden nuevos. West filmó THE HOUSE OF THE DEVIL, comentada aquí, que presentaba un extenso anticlímax que, paradójicamente, le servía para dotar de entidad un final que, de otra forma, habría sido mucho más previsible. En la otra punta de la crítica, lo único que se ve son bostezos y situaciones poco serias; clichés hiperestilizados y ejercicios de satisfacción onanista. No lo creo. THE INNKEEPERS supone otra vuelta de tuerca a todo lo dicho anteriormente. Una historia de fantasmas sin fantasmas, o al menos sin que éstos sean los protagonistas de la función; los protagonistas son dos estrafalarios recepcionistas de un viejo hotel, el Yankee Pedlar Hotel, que viven su última noche en el edificio antes de que éste cierre definitivamente. No voy a desvelar mucho de la trama, aunque tampoco hay ningún "gran secreto" que destapar; sólo me gustaría señalar que lo más interesante es la atmósfera de irrealidad conseguida por su director apenas un personaje sale del hotel para comprar algo; el hecho de que "salir" del entorno preconcebido ya suponga un dato de extrañamiento es todo un hito, y por un momento pensamos que no puede haber nada más allá de un hotel semivacío. Ahí, en esas claves narrativas que juegan, investigan y no se conforman, Ti West extrae el poder de su singular manera de entender el cine de género; llevarnos a mundos nuevos, a la imagen nunca antes filmada. Efectivamente, lo peor es que el terror tome forma, porque no hacía falta.
Saludos hospedados.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!