viernes, 8 de julio de 2011

Marcado por el destino



La premisa es clara: Si se quisiera hacer un film como DETOUR hoy día, sería totalmente imposible. No estoy diciendo hacer la película en sí, seguro que habrá algún van Sant de la vida capaz de mimetizar cada plano para demostrar la fantasmagoría del séptimo arte; en realidad me estoy refiriendo a "parecer" que se va haciendo un tipo de película muy concreto (en este caso un thriller) para acabar descolocando al espectador menos avisado, que, apenas una hora después, que es lo que dura esta obra maestra, es incapaz de ubicar en su archivado imaginario visual lo que acaba de ver. DETOUR es una de las cumbres del cine de todos los tiempos porque se salta los géneros y todos y cada uno de sus lugares comunes con una facilidad pasmosa; además de hacer de su economía de medios una virtud y nunca una rémora, contra todo el cine del exceso que hoy día nos invade por doquier. Su historia es simple de contar y compleja de asimilar, un extraño caso de fatalismo pseudo-sobrenatural que nos lleva incluso a replantearnos aquella máxima homérica del ojo divino que todo lo ve y del que no podemos escapar aunque queramos. De hecho, Ulmer es tan hábil que nos sumerge en una atmósfera de cine negro desde el primer fotograma aunque nada nos lo indique fehacientemente. Hay un pianista de medio pelo en New York que habla con su novia, que está en Los Angeles, y decide irse a la aventura, haciendo autostop; el conductor que le recoge hace buenas migas con él, pero, en un momento dado, sufre un ataque y muere, tras lo cual el pianista, a medias asustado y un poco llevado por la inexplicable atracción de "ser otro", decide esconder el cuerpo y continuar en el flamante coche con su nueva identidad. De nuevo Ulmer vira 180º y coloca al pianista en el lugar exactamente opuesto del que procede, y será él quien recoja esta vez a una chica; sin embargo, en una de las escenas más acojonantes y mejor rodadas de la historia del cine, la chica se revelará inesperadamente (otro giro radical a la historia). A partir de ahí, la historia deviene pesadilla; nada de pesadas road movies, Ulmer tiene una urgencia voraz por contarnos lo que está ocurriendo, tan hábilmente que apenas podemos ir atisbando lo que se va desplegando ante nuestros asombrados ojos, como si hubiésemos ido por primera vez al cine. Si no la han visto, no sé a qué esperan, esto es CARRETERA PERDIDA o GIRO AL INFIERNO elevadas a la máxima potencia... no digo más...
Saludos desviados.

2 comentarios:

Kinezoe dijo...

Te vuelvo a repetir que me encanta la forma en que reseñas las películas: concisa y precisa, con las palabras justas. Certero análisis para una de las mejores muestras del género negro de serie B de todos los tiempos. Mi terna de oro la formarían ésta, "D.O.A." y "Kiss Me Deadly". Aunque hay demasiados buenos títulos en la serie B como para quedarse únicamente con tres...

Menuda chica la de "Detour". Elegida a conciencia para el papel. No hay más que verle la cara para que a uno le entre el sudor frío. No sé yo si habría tenido la paciencia que le tiene Tom Neal...

Un abrazo.

dvd dijo...

Supongo que todos nos vamos ajustando a la idea que teníamos en un principio, al empezar con el blog. Yo pensaba justo al revés, siempre tenía la sensación de que me faltaban palabras, cosas por decir; luego te das cuenta de que hay que elegir. Yo podía haberme decantado por hacer cinco reseñas al mes mucho más detalladas y extensas, pero prefiero sentarme una hora todos los días y expulsar las sensaciones que me llegan después de ver una película. Eso es todo. Y gracias a ti también por seguir este humilde rincón...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!