sábado, 19 de febrero de 2011

Transglobalización pintiparada



Yo es que soy torpe por naturaleza, así que no es raro que no entienda casi nada de lo que ocurre a mi alrededor; por ejemplo el fenómeno Wu Xia, que no digo yo que no sean válidas como películas de evasión (y en algunos casos incluso sobrepasando dicha expectativa), sino porque el término ha llegado a desvirtuarse de forma que a estas alturas ha quedado prácticamente irreconocible para las hordas de seguidores que su inusitada renovación afilió allá por los primeros noventa. Son muchos los títulos que se producen hoy día al amparo de la bendita coproducción, casi como los restaurantes chinos en nuestro país, con una cierta participación patria; lo chocante es ver cómo directores de no poco talento han ido sucumbiendo ante la apuesta segura de los escenarios artificiales, las historias aparatosas (y empalagosas) de amor eterno y muerte efímera, y, claro, los saltos kilométricos, cuya poética se me sigue resistiendo. Es el caso de Chen Kaige, al que muchos recordarán por la estupenda adaptación literaria de FAREWELL MY CONCUBINE, además de contar con tres títulos fundamentales justo al principio de su errante carrera: HUANG TU DI (Tierra amarilla), HAI ZI WANG (El rey de los niños) y, sobre todo la maravillosa LIFE ON A STRING, cumbre que ya no volvería a repetir. Una lástima, porque Kaige parece haber olvidado su gusto por contar historias de pulso firme y se ha sumido en dramones vaporosos e incomprensibles, como es el caso de WU JI (La promesa), donde abundan todos los elementos antes formulados al servicio de las princesas desdichadas que prometen amor eterno al guerrero de turno, que de paso salvará a un pueblo oprimido de las garras de una malvada hechicera y... No sé si les suena de algo; supongo que si siguen yendo a algún dvdstore la verán cogiendo polvo en algún estante olvidado. Qué pena...
Saludos prometidos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!