lunes, 21 de febrero de 2011

Los nuevos bárbaros



Bárbaros los ha habido durante toda la tortuosa historia del ser humano sobre la faz de la tierra, de todas las condiciones y pelajes; los hubo más refinados y más sanguinarios, más significativos y más subterráneos, con honor y sin él; pero un denominador común les unía: el beneficio propio. Lo que diferencia a un bárbaro de un civilizado es su concepción del término "sociedad" y cómo éste le infuye a la hora de vivir su vida y afectar a la de los demás. Ésta sería una descripción aproximada y desapasionada (un poco a lo Kenzaburo Oe), pero lo único que nos queda claro de estos outlaw es su falta de retórica. Concretamente, hablando de las Maras, que vendrían a ser los mafiosos de Centroamérica, es complicado atribuirles un fin más allá de su propia lobreguez moral. Sea como fuere, poco a poco van aflorando los títulos cinematográficos que abordan con desigual fortuna este fenómeno surgido al amparo de, cómo no, la corrupción política de sus países de origen. Y uno de los que más me ha llamado la atención ha sido SIN NOMBRE, una producción mexicana de hace apenas dos años y que revela a un hábil contador de historias, Cary Fukunaga, que aprovecha la disidencia de un miembro de las Maras hondureñas para contar su huida en un destartalado tren; una especie de road movie de nuevo cuño con interpretaciones convincentes y una descorazonadora sensación de no poder huir a ningún sitio porque siempre te estarán esperando. SIN NOMBRE no es sólo un trepidante film de acción al uso, sino que sirve (y esto me parece cojonudo) para abrir al mundo qué está pasando en estos países, donde la extrema pobreza y el analfabetismo está dando cabida a esos "nuevos bárbaros" que no hace tanto aparecían en entrañables películas post-apocalípticas, pero que la actualidad nos los presenta como un hecho incontestable y al que habrá que estar atento por su carácter socio-político.
Saludos renegados.

3 comentarios:

Cinemagnific dijo...

Otra para apuntarme.

Marco Méndez dijo...

No sé si las maras serán los mafiosos centroamericanos (dentro de la idea que maneja uno de ganster, mafioso o narco). Quizá lo que los describiría mejor es la idea de un hormiguero humano (MARAbunta), que arraza con todo en grupos numerosos. Pandillas con más poder destructivo e intimidación.

En Costa Rica el fénomeno es POR AHORA es ajeno, si comparamos al nivel de lo que es en El Salvador, Honduras o Guatemala. Son países más afectados que el mío en violencia e inestabilidad política, siendo un campo de batalla de la Guerra Fría especialmente en los años setentas y ochentas.

Diría que la resaca de esos conflictos también es padre de esa espiral de violencia que son las maras. Cuyos miembros en otros tiempos fueron ojos inocentes que vieron o vivieron atrocidades. Eso más un efecto dominó de aspectos, que están entre la corrupción política a las abismales desigualdades sociales. La emigración o la huída son la alternativa de problema que parece ir pisando los talones a donde se vaya.

Saludos.

Marco.

Mister Lombreeze dijo...

Estos hijosdeputa de las maras me dan un miedo de la hostia.

La peli está muy bien. Es un cóctel de géneros interesante, un poquito de cine de gangsters, un poquito de western, un poquito de road movie y acción como dices, un poquito de cine de denuncia y todo muy bellamente fotografíado y con un final de los que no dejan indiferente. Altamente recomendable.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!