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FEED es una curiosa cinta dirigida por el inefable Brett Leonard, un tipo audaz dentro de su propia ineptitud y que, si hacen un poco de memoria, fue el perpetrador de aquellas dos cosas que "miraban al futuro del cine", como eran THE LAWNMOWER MAN y VIRTUOSITY. Distanciándose bastante de sendos desastres, FEED propone un interesante juego al estilo de SEVEN, por ejemplo; no importa que sepamos quién es el malo, porque nos son prometidas una cantidad ingente de giros narrativos que nos van a dejar con la boca abierta. Una lástima, porque todo queda en una pequeñez perfectamente olvidable, pese a que esta historia con feeders y gainers podía haber dado más de sí en manos de un director más hábil. Hablamos de gente que se sienta frente a un ordenador para observar su fantasía sexual: ver cómo un tipo ceba a una mujer, cual gorrino, mostrando puntualmente los espectaculares aumentos de peso. En este caso, la señora en cuestión llega a alcanzar unos 240 kilos a base de ingerir grasas puras por un embudo (el origen de las grasas me lo ahorro). La supuesta trama es introducida cuando un policía australiano es enviado a Norteamérica para investigar la posible relación entre tan casposa afición y diversas desapariciones de mujeres. Todo demasiado convencional para pretender que se cuenta algo extraordinario, lo que termina por provocar más hilaridad que susto, la verdad; tan sólo salvaría algunas espectaculares escenas como la arriba mostrada y la sensación de que se podía haber hecho más, aunque estoy seguro de que debe tener su público... porque hasta lo más bizarro tiene su público...
Saludos con michelines.
1 comentario:
Puede tener su punto...desde luego a la chica si le miran el colesterol o los trigliceridos...;)
me la apunto
saludos
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