viernes, 2 de julio de 2021

Películas para desengancharse #84


 

Filmar la vida es imposible... pero se puede vivir dentro de un rodaje. Algo así debió pensar Federico Fellini al rodar ROMA, carta de amor manchada de grasa, con faltas de ortografía y alguna que otra buena intención, seguramente calamitosa. Es una declaración a la propia ciudad, la eterna, la que amamanta con pechos de loba a sus abigarrados, ruidosos habitantes. Esta Roma es Fellini, vagabundeando por inmensos veladores de verano, donde la gente suda a chorros mientras les sirven interminables platos de pasta, caracoles gigantes, cabezas de vaca enteras... O van al cine, no a ver una película, sino a chillar, dormir, seguir comiendo, amenazar, relajar a los chiquillos, en una sinfonía desordenada que tiene poco que ver con cierta concepción aséptica del séptimo arte. Los burdeles (casas de tolerancia), emparentados con los manicomios, habitados por pobres desgraciadas de la guerra, casi todas idas, sumidas en el mismo desprecio que muestran a los hombres en desfiles caóticos. La iglesia, atiborrada, harta pero aún insatisfecha, con la sonrisa de hiena en banquetes desorbitantes, acariciando la cabeza de los niños... Fellini filma los edificios y el suelo, los monumentos y los arrabales; transita un tráfico infernal, con burros despanzurrados en el asfalto, y la dolly guareciéndose de la lluvia. Conecta la Roma de los césares entre una representación teatral casi de geriátrico, y la elocuente metáfora de los frescos subterráneos, que sólo han podido conservarse a salvo de todo oxígeno. Esta Roma es acogedora y cruel; atronadora y sugerente; casta y ninfómana. Y como esa puta que se baja de una moto, sólo para echar un vistazo desde la colina, su mirada resume miles de años de historia, para demostrarle a Woody Allen, por ejemplo, que sólo se puede entender esta ciudad entrando por la boca y saliendo por el culo...
Maravillosa. Irrepetible.
Saludos.

2 comentarios:

ricard dijo...

Podría ver esta película en bucle y siempre me fascinaría. Nunca el exceso resultó tan apabullante y, paradójicamente, realista.

Saludos.

dvd dijo...

Y nadie puede hacer una película como ésta, excepto Fellini.
Un saludo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!