jueves, 22 de julio de 2021

Montaje, viñetas y anticipos morales


 

Si quieren ver una película de verdad rara, les recomiendo THE EMPTY MAN, film auspiciado por David Fincher, que dio todo su apoyo a David Prior, colaborador habitual suyo, para que pudiese rodar un proyecto que llevaba acariciando varios años. Prior no es ningún recién llegado, y lleva un cuarto de siglo rodando multitud de contenidos extra para films ajenos, además de varios documentales, pero es éste su primer largometraje. Cabe señalar, porque termina teniendo su sentido, que esta historia proviene de una novela gráfica, obra de Cullen Bunn, y que voy a intentar leer por todos los medios, teniendo en cuenta que parece explicar muchos de los puntos oscuros de este film, cuyo tono deslavazado podría explicarse atendiendo a su montaje sincopado, prácticamente en forma de viñetas, lo que en lenguaje cinematográfico suele tener efectos desastrosos. Lo primero que llama la atención es su extenso prólogo, una apertura que sitúa a cuatro jóvenes expedicionarios en una remota región de Bután, y que acaba por ser lo mejor de todo el montante, que se extiende sin muchas razones hasta las casi dos horas y media. Este preámbulo, que se acerca a la media hora de duración, podría (e incluso debería) haberse aislado como historia autónoma, y suscita un paroxismo angustioso, sobre todo tras el sorprendente descubrimiento que los turistas/exploradores hacen, y que suponemos será el desencadenante del resto de la historia. A medio camino del KILL LIST de Wheatley, o de EL CORAZÓN DEL ÁNGEL de Parker, se noscuenta la artificiosa búsqueda de una joven desaparecida, por parte de un policía retirado, que irá internándose en un submundo de sectas adoradoras de antiguas deidades. No es que me moleste que una película sea larga, si con ello el guion se aprovecha para tomarse su tiempo y no apresurar las explicaciones, pero este film tiene un ritmo perezoso y repetitivo, con algunos hallazgos interesantes, pero cuya supuesta "gran revelación final" apenas si tiene originalidad, y se inscribe descaradamente en el terror de monstruos digitales.
Una lástima, porque el arranque auguraba algo de mayor enjundia, pero en cualquier caso es un título curioso y que puede tener sus adeptos.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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