lunes, 26 de abril de 2021

Alergia de azúcar


 

Esta semana me permito retomar uno de esos mongráficos prácticamente invisibles, y que quizá sólo yo sea capaz de entender el motivo que lo sustenta. Directores que se llamen Mike los hay, y muchos, pero hay cuatro a los que suelo emparentar sin ningún tipo de razón aparente, lo que me lleva a alinearlos de manera estricta y pareja. Ya lo verán, pero me parecía pertinente incluir, por ejemplo, ENCHANTED APRIL, del británico Mike Newell. Un film de 1992, un poquito olvidado para mi gusto, y que intentaba capturar el tono ensoñador y amable de la novela de la escritora australiana Mary Annette Beauchamp, que en realidad fue más conocida con el nombre de Elizabeth von Arnim. La historia es simple, aunque guarda celosamente algunos apuntes sobre la insarisfacción femenina en un mundo predominantemente masculino. Hoy lo llamaríamos "empoderamiento feminista", pero entonces tan sólo aspiraba a colmar de la belleza de un castillo italiano a cuatro mujeres muy diferentes entre sí, tanto como los motivos que las han llevado a darse ese capricho durante el mes de Abril. Dos son amigas, casadas, y la que sólo percibe frialdad de su marido, pronto entenderá que en realidad su marido la ama con locura, pero no sabe demostrarlo; la otra, en cambio, es incapaz de ver la ingente cantidad de cuernos que lleva, porque ama a su marido con la misma intensidad que ilusamente cree estar recibiendo. Por otra parte, una mujer de cierta edad, que siempre ha vivido sola, y que nota la evidencia del paso y el peso de los años, lo que terminará por derribar su exacerbada severidad con todo lo que denote el más mínimo gozo. Y por último, una joven aristócrata que sólo quiere disfrutar al máximo de la vida, incluso si ello la lleva a conocer a algún que otro hombre casado.
Un film, en definitiva, rodado con buen gusto y excelente oficio; con un póker de actrices de altura (Miranda Richardson, Polly Walker, Josie Lawrence y la veterana Joan Plowright), que conforman ese delicioso y no tan ingenuo paso a una vida diferente, quizá ya por última vez...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!