lunes, 15 de junio de 2015

D. W.: El padre del cine #23



En THE SANDS OF DEE, Griffith puso en imágenes el célebre y desgarrado poema de Charles Kingsley, en el que de nuevo entran en juego la inocencia corrompida por los intereses auspiciados por las apariencias y una cierta superioridad moral clasista. Una joven, hija de un modesto pescador, es seducida por un pintor que le hace un retrato en la playa, aunque la inminente llegada de su esposa le romperá el corazón y la arrastrará a un trágico destino, que queda plasmado en las últimas y reveladoras líneas, perfectamente correspondidas por las imágenes.




Más modesta es A BEAST AT BAY, en la que un bucólico viaje a la bahía por parte de dos enamorados se ve interrumpido por un policía, que en realidad es un fugitivo disfrazado. Para culminar su huida, forzará a la joven a que sea su rehén, lo que se convertirá en una persecución contrarreloj que dará a multitud de equívocos y esquinazos.





Por su parte, THE MASSACRE es un espectáculo cinematográfico apabullante, en la que ya se ven muchos de los mecanismos visuales que Griffith emplearía sólo unos años después en EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN. Toda una epopeya bélica en apenas media hora, con una historia de amor frustrado que obliga al protagonista a enrolarse en el ejército, pensando que allí olvidará a su amada, y sin sospechar el sangriento giro que su vida está a punto de dar, ya que el batallón al que es destinado tiene como principal misión el exterminio, en clave genocida, de todo un poblado indio. Sin poner paños calientes, con la complicada misión de ser veraz sin entrar en dogmatismos, Griffith filma una obra asombrosa en lo técnico y convencida de que su discurso es el que debe ser, por mucho que disguste a los adalides de la corrección política.

... Y, saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Ojo que con The Massacre empezamos ya a hablar de Palabras Mayores...

dvd dijo...

Es tremenda para 1912.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!