sábado, 21 de febrero de 2015

Una suma de opuestos



La última película que optará al oscar de habla no inglesa es, quizá, la más inesperada, pero no por ello la menos lograda. MANDARIINID (MANDARINAS) viene un poco a contrapelo, si es que sólo atendemos a su trasfondo político y lo comparamos con las otras propuestas, ya que son pocos los que se acuerdan actualmente del conflicto entre georgianos y chechenos por la provincia de Abkhazia, un lugar transfronterizo que acogía varias culturas diferentes hasta que a alguien se le ocurrió que los pasteles llenan más cuando no se comparten. Ahora bien, si nos olvidamos de todo esto (aunque es cierto que se debe tener presente para no perder el sentido histórico), MANDARIINID se revela como una pequeña gran lección de humanismo y tolerancia. Partiendo del espacio único de una granja de la que todos han huido menos un carpintero y su amigo, que espera recoger su cosecha de mandarinas, ambos de origen estonio, el director Zaza Urushadze construye un relato en torno a dos soldados heridos, enemigos entre sí, que son salvados y curados por el carpintero, que no permitirá ninguna clase de conflicto bajo su techo, aunque, a medida que los soldados van recuperándose, el ambiente va tornándose cada vez más tenso e insostenible. La lección del film establece cómo dos opuestos pueden incluso llegar a sumar, si tienen un elemento neutro que actúe como canalizador, sin tomar partido por ninguno en particular. Más floja dramáticamente, no creo que sea la ganadora, porque sería una gran sorpresa, pero se trata de un film modesto y generoso, cuyos ecos reverberan con fuerza tras su visionado, y cuya premisa filosófica trasciende la época en la que se desarrolla (principios de los noventa) y estalla en este presente que vivimos, en el que nadie parece dispuesto a esforzarse por entenderse.

Y, bueno, aquí va mi quiniela para estos oscar de habla no inglesa, que, insisto, este año me parece el apartado más interesante: no le doy ninguna posibilidad a MANDARIINID, cuya sola presencia en el certamen ya es un triunfo; tampoco creo que vaya a ganar RELATOS SALVAJES, aunque siempre sería un agrado tener a nuestro idioma en lo más alto del imperio hollywoodense; me parece que las dos grandes favoritas son IDA y LEVIATHAN, y si me preguntan yo se lo daría a esta última (y no es por llevar la contraria, maño) por la complejidad de su discurso; ahora bien, me encantaría que lo ganara TIMBUKTU, un film que desde ya se ha hecho un hueco grande en mi corazón por su mezcla de honestidad social y poesía visual.
Luego digan que no me mojo...
Saludos.

3 comentarios:

dvd dijo...

Y que invite a un novillo asado... Porque al que vaya con la estonia le va a salir baratito, apenas unas mandarinas...

Mister Lombreeze dijo...

Hollywood lo tiene claro: matar judíos está mal y hay que recordarlo cada X años. Pero vaya, que la peli que ha ganado es buena, eso no se lo vamos a quitar.

dvd dijo...

Es buena, sí. La que no me ha gustado es la otra...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!