lunes, 2 de febrero de 2015

D. W.: El padre del cine #5



THE JONES HAVE AMATEUR THEATRICALS son cinco minutos de curiosísima puesta en escena, en la que se relata la caótica irrupción de un grupo teatral en un aburrido hogar burgués, lo que dará pie a un atrevido juego de suplantación de identidad y (asómbrense) hasta una velada y sugerida muestra de lesbianismo entre la mujer, previsiblemente harta de su marido, y una de las actrices. Apenas se trata de un beso, pero a mí me parece poco menos que rompedor si tenemos en cuenta que estamos en 1909. Aparte de ello, ofrece poco más que la habitual obsesión de Griffith por filmar una representación teatral, pero adelanta muchas cosas del cine actual.




En RESURRECTION, Griffith comprime la novela de Tolstoi hasta su núcleo esencial, en el que se narra la caída en desgracia de una joven que fue despreciada por un noble, que luego será parte del jurado que está a punto de condenarla. Al darse cuenta del grave error, intentará salvar a la muchacha y redimirse a sí mismo, aunque topará con las rígidas leyes rusas. Se trata de uno de los cortos más elaborados de esta primera época, y sobresalen la magnífica ambientación y vestuario, además de la química entre la gran Florence Lawrence y Arthur V. Johnson.




Sin embargo, LUCKY JIM actúa en un registro muy menor, apenas un esbozo garabateado del despecho de un hombre rechazado por la mujer que ama y que persevera incluso tras la muerte de su rival, hecho que le permite contraer su anhelado matrimonio, aunque la moraleja nos dice que no hay que forzar a la suerte... Por cierto, no tiene nada que ver con el film británico de 1957, que se basaba en la primera novela de Kingsley Amis.




Luego, Griffith tenía trabajos francamente divertidos, como la adaptación que hizo de un relato de Charles Dickens, titulado THE CRICKET ON THE HEARTH. Y aunque vuelve sobre el tema del amor perdido por culpa de la distancia y las dificultades para recuperarlo, es un buen ejemplo de originalidad a la hora de imprimir el aún lejano reto de traspasar la cuarta pared, aparte de su asombrosa capacidad (la de aquella temprana Biograph) para poner en escena diferentes épocas y cuestiones, merced a un sólido y entregado grupo de profesionales. En este caso, es Owen Moore quien da vida a un pobre marinero que choca con las convenciones sociales, ya que su prolongada ausencia ha dado pie a que su prometida esté a punto de casarse (a la fuerza, eso sí) con un viejales bastante siniestro... y "dickensiano", por qué no...

... Y, saludos...

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!