viernes, 27 de febrero de 2015

El rompecabezas ingobernable



Una de las nominadas que pasaron desapercibidas fue FOXCATCHER. Injustamente, diría yo, porque esta oscurísima y enigmática película poco o nada tiene que ver con el line-up hollywoodense. Y eso que el principio no puede ser más desalentador (y me remito a la descripción ideada por un amigo, que en cuanto lea esto se dará por aludido): narices de goma, prótesis a mogollón, tan evidentes que incluso protuberan la frente de uno de los protagonistas. Sin embargo, el trío principal supone el punto fuerte de este nuevo relato gótico sobre la América que no nos es mostrada, un tétrico paseo a las profundidades de esos seres y entornos de los que apenas conservamos dos poderosas estampas de los años ochenta, que es la época en la que se desarrolla: el frontal de las mansiones visto desde el inmenso jardín y las interminables telenovelas (Dallas... Dinastía... Los Colby), intramundos que sólo se preocupan de su propia circunstancia, que son la pasión y el litigio constante. FOXCATCHER presenta a un psicópata, John Du Pont, un niño rico que emplea su obsesión por la lucha grecorromana con un solo objetivo, que es impresionar a su anciana madre. Así, se cruza en el camino de Mark Schultz, que viene de ganar el oro en las Olimpiadas de Los Angeles y que vive apesadumbrado por no estar a la altura de su hermano Dave. Hasta aquí una breve sinopsis, pero lo que de verdad ofrece Bennett Miller es una impresionante conjugación de talentos, que en lo interpretativo es apabullante. Steve Carell, Channing Tatum y Mark Ruffalo no sólo dicen cosas, sino que las expresan corporalmente, y un ojo avispado recibe toda la animalidad de esos gestos y miradas. Mark aparece como una especie de simio herido, aturdido por los golpes, tan imponente físicamente como frágil de mente, y, por tanto, manipulable para Du Pont, una especie de alimaña falsamente cordial, una presencia fantasmal que se queda mirando a la gente, evaluándola siempre como inferiores. Sólo la incorporación de Dave Schultz, muy al final, parece aportar algo de cordura a esta relación enfermiza, en la que uno no está nunca seguro de si lo que se busca es la amistad o la destrucción.
Ambigua, oscura y desconcertante; una película que habla de muchas cosas mostrando muy pocas. Muy buena.
Saludos.

3 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Correcto, Steve Carell se merecía un Oscar solamente por conseguir sobreponerse a su maquillaje!!!.
Gran película, desde luego.
Además yo, que soy muy primario, sigo concediéndole mucho mérito a los entrenamientos físicos a los que muchos actores tienen que someterse para interpretar papeles como estos.

Es una peli oscuraoscuraoscuraoscura.

Cinemagnific dijo...

Está ahora precisamente en la filmoteca de Málaga. Me pasaré a verla.

dvd dijo...

Por momentos me recordó a THE MASTER... Qué buena es esa película, que es capaz de recordarme otras tantas...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!