viernes, 3 de enero de 2014

En busca del órgano perdido



A medio camino (pero muy al medio) de distopías más o menos reconocibles como BLADE RUNNER, la fanfarria de TOTAL RECALL, la reflexión útil de HIJOS DE LOS HOMBRES o el dinamismo de LOOPER o la reciente ELYSIUM, lo que finalmente uno consigue rescatar de una película tan mal dirigida como REPO MEN es su desenfado y atrevimiento al cruzar (puede que involuntariamente) el género de ciencia-ficción con un gore más o menos justificado por su sangrienta trama. REPO MEN trata de un futuro muy jodido en el que el tráfico más importante es el de órganos... sólo que se trata de un tráfico absolutamente legal y controlado por entero por una siniestra corporación que tras la sonrisa del vendedor que hará posible un futuro más largo, esconde el dudoso método por el que (insisto, legalmente) podrá reclamar la "devolución" de aquello que no ha sido completamente pagado. Imaginen: un cuerpo especializado en localizar a un tipo que contrató un corazón artificial para vivir más tiempo pero no lo pagó, anestesiarle y, sin más, sacarle el órgano. Un asesinato legal y aprobado por la justicia, ante el que nadie puede hacer nada. La novela original de Eric Garcia proponía un juego enrevesado cuando, tras un accidente, el agente interpretado por Jude Law recibe un trasplante que le salva la vida, pero que poco después le convierte en un fugitivo al no poder pagarlo. El salvajismo imprimido por Jude Law y Forest Whitaker a sus personajes son, con mucha diferencia, lo mejor de una función que se viene abajo cuando toca estructurar el guion, hacerlo inteligible y, además, compatibilizarlo con unas escenas de acción que casi se podrían haber ahorrado. Se nota la inexperiencia de Sapochnik, que a duras penas consigue que lleguemos al final de una historia que, pienso yo, no tendría por qué haber sido tan previsible y monótona. Puede servir para una sesión doble solitaria, poco más.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!