viernes, 3 de agosto de 2012

Ozu en Viernes #17



Y Ozu nos adelantó a Bergman. O quizá no, porque el complejo y minucioso retrato que de la familia Toda hizo, en su regreso en 1941, pese a ser un portento de montaje y puesta en escena, no aprovecha, en mi opinión, la riqueza en matices de un reparto eminentemente coral y un guion que pone en bandeja la disección de unas costumbres y tradiciones una vez más puestas en entredicho tras un inesperado suceso. En TODAKE NO KYODAI, la familia posa para una foto en el imponente jardín del palacete patriarcal; es uno de los encuadres más hermosos de la filmografía de Ozu, pero aún más cuando de repente esa imagen icónica cobra aún más fuerza en los minutos siguientes, en los que el patriarca Toda, "felizmente ebrio", muera repentinamente. A partir de ahí, los personajes se nos muestran en toda su compleja humanidad: la hija solterona; el hijo díscolo y establecido en China; la sumisa madre; la hermana mayor, cruel y dominante; el yerno apocado pero acechante; las criadas de futuro incierto; el nieto desvergonzado que rechaza la escuela... Sin ceder protagonismo a ninguno de ellos, Ozu les coloca en una disyuntiva que parece insalvable: el patriarca no sólo ha dejado una gran pena y vacío, sino una considerable y prosaica deuda económica que no sólo les obligará a vender la mansión y todo su valioso contenido (colección de arte incluida), sino que provocará, ya en una elipsis final de un año, que la madre y la hija menor vayan saltando de casa en casa, sin que sean realmente aceptadas en ningún sitio. Es ahí donde Ozu podía haberse ensañado con la hipocresía de las clases altas, pero la gran diferencia entre el japonés y el sueco es la sutilidad a la hora de enfrentar los temas más escabrosos. Sin hacer sangre, Ozu cierra esta asfixiante epopeya familiar de manera abrupta e inesperada; la catarsis llega en forma de leve reproche, pero también deja a sus personajes sin margen de elevación y, en definitiva, los acerca a su propia circunstancia de humanos puestos a prueba. Y después de las vacaciones, más Ozu...
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Cuándo se cierra este garito por vacaciones?

Jon Alonso dijo...

Pues sí, indéfilo. El nipón le ganó la mano al insigne, Bergman por ingenio del sol naciente mientras la familia Toda sigue en estado de Shock, extraordinaria. Felices vacaciones y disfrútalas…

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!