domingo, 25 de septiembre de 2011

Rincón del freak #38: Jekyll, Hyde y todos los demás... mientras quepan...



Sí, hombre; si es que hace nada estábamos aquí hablando de las bondades del último film de Takashi Miike (bueno, a su ritmo de trabajo ya debe haber estrenado otra...), de su sorprendente fidelidad a los grandes maestros clásicos y de su templado pulso para filmar una historia en la que lo normal es que se disparen los desmanes por doquier. Vale, es Takashi Miike, así que... ¿qué esperaban? Con el buen sabor de boca coleando aún en el paladar, me dispuse a ver YATTERMAN (YATTÂMAN en nipón), que por lo visto está basado en un manga de hace algunos años, lo cual me da exactamente igual porque si veo una película sólo espero que me ofrezcan algo de cine. En lugar de ello, Miike le da la cámara al guacamayo de su vecino y le encarga los diálogos al agente de Belén Esteban. Esto es (transcribo de FilmAffinity): "Turboperros, cybercalamares, marabuntas mecánicas, chanquetes voladores, megarobots de cocina y más cachivaches electrónicos que el Inspector Gadget... Cuando uno cree que ya lo ha visto todo aparece Takashi Miike en el horizonte y revienta la platea con otra bomba de nitroglicerina visual. Y es que en esta fiel adaptación de la popular serie animada de los setenta todo es bio, cyber y mecha menos la ultrasexy Doronjo, archienemiga de Yatterchico y Yatterchica, los superhéroes de este monumental desenfreno juguetegráfico en el que reinan la histeria, los chistes subidos de tono y una imaginación que no es de este mundo".
En fin, nunca lo había hecho; los que siguen este blog saben que el material que van a leer es 100% autóctono, pero es que no he podido resistirme, porque si estás durante casi dos horas pensando que te están tomando el pelo, la verdad, seamos francos, en lo último que te fijas es en cómo coño se puede tener la caradura de poner monstruitos de goma reventando edificios de atrezzo una vez más... otra vez más... por enésima vez. Y por enésima vez nos la han colado, compañero; nos creemos que todo el monte es orégano y, claro, a cuatro películas por año es imposible mantener un mínimo de calidad.
No sé, véanla sólo si han decidido amplificar su más oscuro lado masoquista. Absténgase el resto de la humanidad.
Saludos en conserva.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!