sábado, 3 de septiembre de 2011

Trasplantes



Lucas es un joven vagabundo que no encuentra un motivo para vivir, así que intenta suicidarse por enésima vez; y por enésima vez terminará en la habitación de un hospital. En esa habitación está Jacques, un tipo de carácter imposible que ha sufrido un infarto por quinta vez. Jacques regenta un bar desde hace años y sabe que no le queda mucho tiempo de vida, a menos que llegue un trasplante milagroso; como no confía mucho en la providencia, decide trasplantar él mismo a Lucas a su bar, enseñarle a manejarlo y nombrarlo como único heredero. El problema es que Lucas es un tipo de una inmaculada bondad, confía en todo el mundo y carece de maldad, lo que choca frontalmente con la granítica personalidad de Jacques, que no soporta a casi ningún cliente, por lo que el bar luce prácticamente vacío. Por un lado tenemos la vis cómica de ambos en ese desquiciante periodo de aprendizaje; por otro, el carácter autodestructivo de Jacques, que dota de oscuridad una fábula de perdedores irredentos; y por último, la inesperada llegada de la joven April, que tampoco parece tener ningún motivo para vivir, así que se sumará a esta improbable tripulación.
El problema de THE GOOD HEART es conjuntar todo esto y no convertirlo todo en una sucesión de capítulos de teleserie, algo que el Islandés Dagur Kári logra sólo a medias, ayudado fundamentalmente por el excelente trabajo de Paul Dano y, sobre todo, un enorme Brian Cox, que podría haber sostenido él solito esta especie de "vuelta a Capra" amarga y desencantada. Una película que es más tímida de lo que debería y que en ningún momento logra traspasar las cuatro paredes de ese desvencijado bar en el que sus fieles clientes también cuentan sus miserias como si tal cosa y hasta un ganso campa a sus anchas por la barra ¿Acaso dudaban de que el trasplante terminaría llegando?
En otras manos (Jarmusch, Kaurismaki) podría haber llegado a ser mucho mejor, pero no está mal para reconciliarnos con nosotros mismos.
Un buen saludo.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!