viernes, 7 de enero de 2011

Frío, frío...



Uno de los habituales motivos de regocijo para los cinéfilos suele ser volver a Rohmer, a sus caramelos envenenados de aparente frivolidad y oculta reflexión. Este año que ha terminado hemos tenido la oportunidad de disfrutar con una excepcional recopilación en DVD de sus "cuatro estaciones"; y como en El Indéfilo no queremos dejarnos nada atrás, los iremos desgranando pacientemente a lo largo de este nuevo curso. Hoy, como no podía ser de otra forma, hablaremos un poco de CONTE D'HIVER.
Filmada en 1991, este "cuento de invierno" nos presenta en una precipitada apertura sin diálogos a Felice, una chica sin grandes aspiraciones intelectuales (por decirlo suavemente) que disfruta como una energúmena de los placeres carnales de un amor de verano puro y duro; de ahí nacerá una niña, pero Rohmer prescinde, a dios gracias, del rollazo sentimentaloide y nos enclava directamente cinco años después, en pleno invierno y con la pizpireta Felice llevando su vida en Paris, puesto que Charles, el fugaz amante, se marchó a Yanquilandia y nunca más se supo de él. Felice devana su incierto futuro entre dos sucedáneos de amores; Maxence, un peluquero bien situado y que va abrir un nuevo establecimiento en provincias, y Loïc, un encargado de biblioteca con inquietudes intelectuales y que disfruta, sobre todo, con largas charlas pseudofilosóficas con otros intelectualillos de su entorno. Así, Felice irá de un extremo a otro constantemente; de la seguridad económica de vida mundana del peluquero a las vertiginosas noches existencialistas del bibliotecario. Y mientras tanto, no pierde la oportunidad de soltar por esa boquita suya que su único amor verdadero siempre será Charles, lo que pone de los nervios a los otros dos amantes, que intentan convencerla sin éxito de que, tras más de cinco años de ausencia, sería un milagro toparse un día con el dichoso Charles... Bueno, no les cuento más porque me cargaría la película; ustedes pueden imaginar sin esfuerzo el desenlace de este entretenido cuento contemporáneo, quizá no el mejor de la serie pero con todas las constantes del cine del maesto Rohmer totalmente intactas. E insisto: inmejorable oportunidad la que tenemos este año para sumergirnos en esta fascinante serie con una lujosa edición de Cameo, así que...
Saludos invernales.

3 comentarios:

Cinemagnific dijo...

Pocos directores diseccionan mejor las relaciones humanas que este "escritor que acabó siendo director". Me encantan los cuatro cuentos.

dvd dijo...

Y la edición de Cameo es maravillosa...

ricard dijo...

Indispensable.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!