miércoles, 28 de agosto de 2024

Olor a chamusquina


 

Juan Carlos Fresnadillo ya era un director mediocre hace veinte años, un tipo con recursos a rebufo de otros más talentosos, de los que copiaba las ideas principales en un corta y pega impúdico pero resultón. Lo de DAMSEL es algo para hacérselo mirar, pero que ya digo que no ha de sorprender a nadie a estas alturas. Con una ambientación de un cartón piedra digital que parece un videojuego barato, resulta imposible recrear el encanto de otros títulos de fantasía épica, vulgarizando el discurso hasta constreñirlo en un panfletillo buenista e inclusivo que parece escrito por un político en campaña. Un dragón acartonado que habla, una princesa que busca el empoderamiento y casi dos horas de sopor inaguantable, para una de las películas más aburridas de este año, que no es que sea fondo de catálogo de Netflix, sino genuina catacumba pordiosera.
No la vean por nada del mundo.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!